Al menos 1.811 personas desaparecieron en El Salvador en lo que va del año, en medio de la violencia generada por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, informaron hoy fuentes oficiales.
Sangriento conflicto entre las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Al menos 1.811 personas desaparecieron en El Salvador en lo que va del año, en medio de la violencia generada por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, informaron hoy fuentes oficiales.
El fiscal general salvadoreño, Raúl Melara, también indicó en rueda de prensa, sin brindar datos de 2018, que en lo que va de este mes se registran 120 desaparecidos y que la cifra diaria de personas en esta condición oscila entre ocho y diez, informó la agencia de noticias EFE.
‘Diariamente en la Fiscalía recibimos a muchas madres, padres y hermanos angustiados y con incertidumbre, por eso en esta gestión hemos decidido poner un ¡basta ya! a esta situación‘, manifestó el titular del Ministerio Público.
El fiscal general aprovechó para reiterar el compromiso de poner en marcha la Unidad Especializada para Casos de Personas Desaparecidas, la cual estará al mando de Guadalupe de Echeverría, quien se desempeñaba como jefa de la Unidad Especializada de Homicidios Antipandillas.
Según Melara, el grupo especial contribuirá con equipos especializados para la ‘persecución y judialización‘ de responsables del fenómeno y dará directrices de la investigación y los criterios de intervención que servirán de parámetro para el seguimiento de la situación.
El fenómeno de las desapariciones se ha mantenido en El Salvador, pese al fin de la guerra, por la violencia generada por las pandillas en las últimas décadas; datos de la Policía dan cuenta de que al menos entre 2010 y 2016 desaparecieron unas 10.800 personas, con un promedio de cuatro por día.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de asesinatos de 103, 81,7 y 60 por cada 100.000 habitantes en 2015, 2016 y 2017, respectivamente, muertes atribuidas principalmente a las pandillas MS13 y Barrio 18.
Estas bandas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-92) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones.
El Litoral | Telam