El Litoral
La NASA recuerda a los astronautas muertos en sus misiones, en el día en que se cumplen 3 décadas de la misión fallida en la que murieron sus siete tripulantes a un minuto de despegar.
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Télam
La agencia espacial estadounidense (NASA) recuerda hoy a los astronautas muertos en sus misiones, en el día en que se cumplen 30 años de la tragedia del transbordador Challenger, en la que perdieron la vida sus siete tripulantes, apenas un minuto después de despegar.
El 28 de enero es el día en que la NASA honra a todos los astronautas fallecidos en sus misiones espaciales con ceremonias en el cementerio nacional de Arlington, Virginia; en el Space Mirror Memorial, el memorial de los muertos en la conquista del espacio, en el Centro Espacial Kennedy, junto a la estación de lanzamientos de Cabo Cañaveral, Florida; y el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, en Huntsville, Alabama.
Por su parte, el Centro Espacial Johnson de Houston, Texas, realizará el homenaje con una ofrenda floral en los árboles Apolo, Challenger y Columbia, plantados en sus instalaciones.
Desde hoy y hasta el 1 de febrero se cumplen el 49 aniversario del incendio en el murieron los tres tripulantes del Apolo 1, el 30 aniversario del desastre del transbordador Challenger y el decimotercer aniversario de la tragedia del transbordador Columbia.
El 27 de enero de 1967, los tres tripulantes del Apolo 1, Gus Grissom, Ed White y Roger Chaffee, murieron incendiarse el módulo de comando durante un ensayo en Cabo Cañaveral.
El 28 de enero de 1986, el transbordador Challenger se desintegró 73 segundos después de despegar cuando iba a cumplir la misión STS 51-L, en la que por primera vez en la historia viajaba un civil, la profesora Christa McAuliffe.
El 1 de febrero de 2003, el transbordador Columbia se desintegró al entrar en la atmósfera con sus siete tripulantes, tras 16 días de la misión (STS-107).
Además, con motivo del 30 aniversario del Challenger , el canal National Geographic emitirá un nuevo documental sobre la tragedia titulado "Challenger Disaster: Lost Tapes" (El desastre del Challenger: las cintas perdidas), según despacho de EFE.
El accidente frustró la aspiración de la NASA de enviar civiles al espacio para involucrar a la sociedad en sus exploraciones y recabar apoyo para su costosa financiación.
Los transbordadores de la NASA dejaron de volar en julio de 2011, y lo único que queda de ellos son ahora piezas de museo, por eso la agencia estadounidense depende desde entonces de las naves rusas Soyuz para trasladar a sus astronautas.
Para evitar esa dependencia, la NASA inició un proceso para que esos traslados se efectuen en naves de compañías privadas de Estados Unidos.
Con ese objetivo, la agencia derivó 6.800 millones de dólares a las empresas Boeing y a SpaceX en septiembre de 2014 para que concluyan sus cápsulas espaciales, con la esperanza de que puedan entrar en funcionamiento a finales del próximo año.