Save the Children, la ONG con sede en Reino Unido que pregona por los derechos de los niños, brindó números sobre las víctimas menores de edad desde el comienzo del conflicto bélico directo entre Hamás e Israel el pasado 7 de octubre.
Se trata de menores en Cisjordania, territorio israelí y Franja de Gaza, principalmente. En tres semanas se superó el promedio anual desde 2019 en zonas de conflicto.
Save the Children, la ONG con sede en Reino Unido que pregona por los derechos de los niños, brindó números sobre las víctimas menores de edad desde el comienzo del conflicto bélico directo entre Hamás e Israel el pasado 7 de octubre.
La organización no gubernamental comunicó que hasta el día domingo 29 de octubre, un total de 3.257 niños murieron a causa de los ataques de ambos bandos.
Save the Children detalló que del total, 3.195 estaban radicados en Gaza, 33 en Cisjordania y 29 en Israel, según los Ministerios de Salud de Gaza e Israel, respectivamente. Los números de israelíes resultan más bajos, pero no así la brutalidad de sus decesos, lamentablemente difundidos en algunos casos por los propios perpetradores en medio de la campaña de difusión del terrorismo.
En base a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) de la Asamblea General de Naciones Unidas, todas las personas menores de 18 años son sujeto de pleno derecho.
Como elemento de referencia para contextualizar aún más la evidente tragedia, la cifra de menores fallecidos en la última semana superó el promedio anual desde 2019 en todas las zonas de conflicto en simultáneo.
Niños fallecidos en zonas de conflicto
Los Informes Anuales del Secretario General de la ONU sobre los Niños y los Conflictos Armados demuestran que en 2019 murieron 4.019 niños, en 2020 2.674, en 2021 2.515 y en 2022 2.985.
Desde la organización fundada en 1919; por aquel entonces con otro tipo de alcance, estructura y fines; resaltaron que los infantes representan más del 40% de las 7.703 personas muertas en Gaza, y más de un tercio de todas las víctimas mortales en los territorios palestinos ocupados e Israel.
Jason Lee, director de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados, declaró oficialmente: "Tres semanas de violencia han arrancado a niños y niñas de sus familias y han destrozado sus vidas a un ritmo inimaginable. Las cifras son estremecedoras y, dado que la violencia no sólo continúa, sino que se está extendiendo en Gaza en estos momentos, muchos más siguen corriendo un grave riesgo. La muerte de un niño es demasiado, pero se trata de graves violaciones de proporciones épicas”.
“Un alto el fuego es la única manera de garantizar su seguridad. La comunidad internacional debe anteponer las personas a la política: cada día que pasamos debatiendo deja niños y niñas muertos y heridos. La infancia debe estar protegida en todo momento, especialmente cuando busca seguridad en escuelas y hospitales", se sumó Lee a uno de los pedidos más repetidos por la comunidad internacional.
Uno de los mayores dramas que actualmente atraviesa la ONG es la completa desconexión comunicacional con su equipo en Gaza ante la interrupción de los servicios de internet y telefonía móvil.
El temor recae por una situación similar sufrida en Yemen, donde un trabajador de Save the Children murió mientras se encontraba detenido, lo que desató la suspensión indefinida de sus operaciones en dicho país.
A pesar de que Save the Children se presente y ejerza su labor de forma independiente e imparcial, toda la información proveniente del lugar de este conflicto en Medio Oriente debe mantenerse en revisión.
Por características evidentes, hallar números exactos de decesos en este tipo de incidentes resulta complejo y existe un margen de error constante. Sin embargo, también aparecen engrosamientos de cifras con objetivos políticos.
Los comunicados en este campo por parte de Israel resultan fehacientes, a diferencia de otras temáticas en las cuáles principalmente sus funcionarios se han contradecido.
Por el lado del Ministerio de Salud de Gaza, se debe partir de la base de que es controlado íntegramente por Hamás. Este aspecto es determinante para confirmar o no los datos oficiales.
En el polémico episodio del Hospital supuestamente bombardeado y que posee hipótesis cruzadas, Hamás brindó cifras de muertos que luego parecían no coincidir con las imágenes del lugar del impacto del proyectil, sólo como uno de los tantos ejemplos de desinformación.
El medio de comunicación que suele proyectar a Occidente información detallada de los hechos en Medio Oriente es Al Jazeera, que a pesar de su reconocimiento y notoria infraestructura de primer nivel mundial, pertenece en porcentaje al gobierno de Qatar, acusado de financiar grupos terroristas de la región.
Al respecto, Save the Children indica que “debido a la situación actual, la información y las cifras facilitadas por ambos ministerios no pueden verificarse de forma independiente”.
La guerra también se da a través de la información. La difusión de un dato o un video en concreto ha logrado desatar el repudio prácticamente generalizado de las naciones de la Unión Europea y OTAN. Así también ocurrió con las manifestaciones de ciudadanos musulmanes de países árabes, ya replicadas en otras regiones.
Cada uno combatiendo con sus “verdades”.