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Al menos 39 personas, la mayoría de ellas cristianos que celebraban la Navidad, murieron y decenas enfermaron tras beber alcohol adulterado en Pakistán, informaron hoy las autoridades.
La Policía de la provincia de Punyab, en el este del país, detuvo a todos los vendedores de alcohol del distrito de Toba Tek Singh para interrogarles, contó a dpa el agente de la polícia local Muhammad Shahbaz.
La mayoría de los afectados, de un barrio cristiano, consumió el alcohol durante las celebraciones de Navidad, dijo Shabaz, aunque también fallecieron cinco musulmanes.
Muchas de las víctimas habían estado bebiendo y bailando el domingo y hasta la mañana del lunes, cuando algunos de ellos cayeron enfermos y fueron trasladados al hospital, añadió.
En total, más de 150 personas fueron hospitalizadas, decenas de ellas inconscientes. Ya se celebraron los funerales de 25 víctimas, informó Shabaz.
Aisf Saleemi, un doctor del hospital central del distrito, dijo que su clínica había recibido a 105 pacientes, de los cuales 23 perdieron la vida.
Muchos de los pacientes en estado grave fueron trasladados al Allied Hospital Faisalabad, a 90 kilómetors de Toba Tek Singh, que es mucho más grande y cuenta con mejores recursos.
Unas 17 personas murieron allí y otras 24 se encuentran en la unidad de cuidados intensivos o en planta, dijo Mustafa Shahzad Mughal, trabajador del hospital.
Según el agente Shabaz, el individuo que presuntamente se encargó de comprar el alcohol para las celebraciones se encuentra entre las víctimas mortales, por lo que se complican los esfuerzos de la Policía por rastrear el origen de la bebida.
Usaman Akram Gondal, miembro de la Policía de Toba Tek Singh, dijo que las muertes por consumo de alcohol adulterado ocurren normalmente en las zonas rurales, donde a menudo las gente consume licor de poca calidad. De hecho, en octubre 11 personas murieron en Punyab por esta razón.
La venta de alcohol está prohibida en la mayor parte de Pakistán. Sin embargo, los cristianos tienen permitido comprar licor para su uso privado, aunque solo en la provincia de Sindh. Por esta razón los cristianos, pero también algunos musulmanes, compran la bebida que ofrecen los contrabandistas, a precios exorbitantes. Pero también venden whisky, licores y vinos caseros por mucho menos dinero.