Varios grupos de activistas les han pedido a las mujeres a lo largo de México que se queden casa durante el día, con el objetivo de manifestarse contra los impactantes niveles de violencia de género que se han registrado en el país.
¿Qué pasaría si todas las mujeres en México desaparecieran? Esa es la pregunta que está en el corazón de un paro nacional que comenzó este lunes y durante el cual se espera que las mujeres no vayan al trabajo ni a sus escuelas ni universidades para protestar contra los crecientes casos de femicidios.
Varios grupos de activistas les han pedido a las mujeres a lo largo de México que se queden casa durante el día, con el objetivo de manifestarse contra los impactantes niveles de violencia de género que se han registrado en el país.
El número de feminicidios –que es el asesinato de mujeres por su género– se ha disparado en los últimos años. En 2019 se reportaron 1.006 casos, un aumento frente a los 912 registrados el año anterior.
Según el fiscal General de México, Alejandro Gertz, los feminicidios han aumentado un 137% en los últimos cinco años. El paro de este lunes llega un día después de las protestas masivas que se vivieron en las calles de México para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
Lidia Florencio fue una de las cientos de mujeres que participaron en una marcha en Ciudad de México este domingo. Ella llevaba una pancarta con la imagen de su hija asesinada, Diana Velázquez Florencio.
La joven de 24 años fue violada y asesinada en las cercanías de su casa en julio de 2017. Más de dos años después, todavía no hay sospechosos en el caso. Su madre, Lidia, rompió en llanto cuando le dijo a CNN que “el gobierno no ha hecho nada para ayudar”.
La policía no ha respondido a la solicitud de CNN para comentar sobre el asesinato, el cual los funcionarios clasificaron como feminicidio. Como muchas otras mujeres con las que CNN habló durante la marcha del domingo, Florencio dijo que exigía “que el gobierno federal tome en serio la violencia de género”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha enfrentado fuertes críticas de los activistas por responsabilizar del problema del feminicidio a las políticas neoliberales de gobiernos anteriores.
Tras el asesinato de una niña de siete años a principios de este año, el cual conmocionó a la nación, López Obrador dijo que el aumento de los homicidios por motivos de género se debió en parte a una sociedad que “cayó en una decadencia, un proceso de degradación progresivo que tuvo que ver con el modelo neoliberal”. La niña, llamada Fátima, fue abusada sexualmente y golpeada antes de morir. Su cuerpo fue encontrado dentro de una bolsa de plástico en Ciudad de México.
El neoliberalismo ha sido un blanco frecuente de la ira de López Obrador, pero su decisión de vincular un tema de conversación política común con los feminicidios enfureció a muchos observadores.