Una disputa entre Francia y el Reino Unido por las licencias de pesca pos Brexit se agravó en las últimas horas con la detención de un pesquero británico, las reiteradas amenazas de París de adoptar fuertes sanciones a partir del próximo martes y la convocatoria de Londres a embajadora francesa. Tras diez meses de negociaciones infructuosas, las autoridades francesas consideran que Londres sigue sin respetar los acuerdos de pesca tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea -medida más conocida como Brexit- y advirtió que se les acabó la paciencia.
Según el Ministerio de Asuntos Marítimos galo, una patrulla de Gendarmería registró el miércoles varios barcos británicos en aguas francesas, uno de los cuales fue multado por "obstaculizar el control" y "negarse a permitir que los oficiales montaran a bordo para comprobar la documentación", que finalmente estaba en regla.
Una segunda inspección de una embarcación británica, no obstante, permitió a los agentes comprobar que este "no figuraba en las listas de licencias acordadas con el Reino Unido por la Comisión Europea y Francia", por lo que se emitió de "inmediato" una orden de desvío hacia el puerto de Le Havre. Allí permanecía aún varado este jueves, confirmó la ministra de Asuntos Marítimos, Annick Girardin.
El acuerdo pos Brexit alcanzado entre Francia, Reino Unido y Bruselas a finales de 2020, prevé que los pescadores europeos pueden seguir faenando en algunas aguas británicas siempre que puedan demostrar que ya pescaban allí antes de la salida de Gran Bretaña de la UE. París y Londres no concuerdan en torno a la cifra de licencias que se deben emitir. El ministro británico de Medio Ambiente, George Eustice, instó "a la calma" y "a la desescalada", afirmando que su gobierno "mantenía abiertas las puertas del diálogo", según consignaron medios del Reino Unido.
Sin embargo, horas más tarde, Londres anunció que iba a convocar a la embajadora de Francia, Catherine Colonna, a raíz de lo que consideró como "acciones injustificadas" de los representantes franceses. "Lamentamos el lenguaje de confrontación que ha utilizado constantemente el gobierno francés sobre este tema, que no facilita que se resuelvan las cosas", añadió un vocero de Downing Street.
Categórico, el secretario francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, recordó que Francia "ha sido paciente y nuestros pescadores responsables". "Pero ya basta, a partir del 2 de noviembre aplicaremos represalias, porque parece que Londres solo comprende el lenguaje de la fuerza", agregó Beaune, mientras que la ministra Girardin aludió incluso a "un combate", para obligar al Reino Unido a respetar sus compromisos.
El gobierno británico calificó de "desproporcionadas" y "decepcionantes" las amenazas francesas, a la vez que aseguró que "no hay comunicación formal" en estos momentos con su par francés. Justamente, el presidente galo, Emmanuel Macron, y el premier británico, Boris Johnson, tienen previsto verse este fin de semana en Roma, durante la cumbre del G-20, por lo que se espera que esa instancia ponga paños fríos al conflicto y fuerce negociaciones conducentes.
Atento a ello, y ante las duras palabras de otros funcionarios franceses, el primer ministro Jean Castex dijo que París "está abierto a las discusiones mañana, tarde y noche, siempre y cuando los británicos respeten sus compromisos". Francia pidió también a la Comisión Europea que contemple todas las medidas comunitarias susceptibles de restablecer los derechos derivados del acuerdo de comercio y de cooperación y, en una segunda fase, no excluye la posibilidad de recortar sus exportaciones de electricidad a ese país.