Aeroméxico y algunas de sus filiales han iniciado un proceso voluntario de reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, con el objetivo de fortalecer su posición financiera e implementar los ajustes operativos necesarios para hacer frente al impacto de la Covid-19 y crear una plataforma sostenible para el futuro, según informó en un comunicado.
Recientemente, la aerolínea azteca negó que se fuera a acoger a dicho proceso y afirmó que estaba identificando fuentes adicionales de financiamiento para reforzar sus flujos operativos. Entre dichos apoyos, recibió apoyo financiero por parte de la sociedad de inversión canadiense Aimia por valor de 100 millones de dólares (unos 89 millones de euros).
Sin embargo, el director general de la compañía, Andrés Conesa, ha explicado que la industria de las aerolínea enfrenta "desafíos sin precedentes", como consecuencia de las restricciones en vuelos y viajes como medida de contención del virus.
En este contexto, Conesa señala que desde la empresa están comprometidos con adoptar las medidas necesarias para operar de manera eficiente en esta "nueva realidad" y estar mejor preparados en el futuro.
"Con el proceso del Capítulo 11 esperamos fortalecer nuestra posición financiera e incrementar nuestra liquidez, creando al mismo tiempo una plataforma sustentable que nos permita transitar con éxito la incertidumbre económica global", ha añadido.
La empresa ha explicado que el proceso bajo el Capítulo 11 está diseñado para que las empresas puedan mantener sus operaciones, por lo que todos los vuelos, reservas, 'vouchers' electrónicos y puntos premier se mantienen vigentes de acuerdo con los términos y condiciones actuales, de modo que la compañía "continuará operando de manera normal y de acuerdo con sus permisos y concesiones durante este proceso".
En esta línea, Aeroméxico no espera que existan cambios en las labores y responsabilidades diarias de sus trabajadores, que continuarán recibiendo su salario y prestaciones de manera habitual. La empresa prevé continuar contratando bienes y servicios de sus proveedores y espera mantener los acuerdos comerciales vigentes con varias aerolíneas, incluyendo su alianza estratégica con Delta Air Lines a través de su acuerdo de colaboración conjunta.
Aeroméxico también está en conversaciones para contratar un nuevo financiamiento preferencial, como parte de la reestructura dentro del procedimiento de reorganización. La empresa confía en que finalizará los compromisos formales para dicho financiamiento que, junto con el efectivo disponible de la compañía y sujeto a la aprobación del tribunal, proporcionará suficiente liquidez para que cumpla con sus obligaciones futuras.
La aerolínea ha dejado claro que sus operaciones continúan y para este mes de julio, Aeroméxico incrementará su presencia en el mercado doméstico a casi el doble de vuelos en comparación con el mes previo.