Gran impacto causó la difusión de fotografías de junio de 2020 del presidente argentino celebrando el cumpleaños de su esposa, Fabiola Yáñez, en la residencia presidencial de Olivos sin mascarillas y sin distanciamiento social, entre otros factores, mientras el país cumplía una de las cuarentenas más estrictas del mundo.
Luego de pedir disculpas por lo sucedido, el mandatario argentino, Alberto Fernández, afirmó "No me van a hacer caer por el error que cometí", en un acto en el partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, en el marco de la inauguración del Centro Universitario de la Innovación (CUDI).
Tras el revuelo que causó en la sociedad argentina la revelación de la reunión íntima de la familia del presidente, en uno de los momentos de cuarentena más drásticos de la pandemia, Fernández consignó en más de una ocasión que habría incurrido en un error: "Me doy cuenta de que no debió haberse hecho, y lamento que haya ocurrido, claramente lo lamento", sostuvo el mandatario. "También vale aclarar que en ese momento Olivos funcionaba como el centro de operaciones de la pandemia. Mucha gente entraba y salía, había reuniones con ministros, sectores y expertos epidemiólogos. Y en una ocasión hubo un evento social que no debería haber ocurrido", afirmó Santiago Cafiero, jefe de gabinete del presidente Fernández.
Sin embargo, Fernández no ha sido el único mandatario latinoamericano al cual se le ha acusado de infringir las cuarentenas o normas de tránsito público impuestas, paradojalmente, desde los mismos poderes ejecutivos.
Tal fue el caso del mandatario chileno, Sebastián Piñera, quien en un momento de cuarentena en Fase 1 en toda el área metropolitana de Santiago de Chile, asistió al funeral de su tío, el exarzobispo de La Serena, investigado por el Vaticano por delitos de abuso sexual de menores, Bernardino Piñera, quien falleció por COVID-19, en el mes de junio de 2020 a los 104 años de edad.
La polémica se basó en los estrictos protocolos para la celebración de velorios y funerales decretados en Chile, debido a la pandemia por coronavirus. Las exequias del tío del presidente chileno habrían sobrepasado el aforo permitido y el mandatario violó la obligatoriedad de aislamiento de fallecidos por COVID-19 al abrir el féretro, como quedó demostrado en video.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, habría participado de un asado junto con miembros y directivos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), a fines de abril de 2021.
Tenés que leerMás polémica: difunden una foto que confirma un festejo en Olivos en plena cuarentena Si bien Uruguay ha sido un país que no decretó cuarentenas obligatorias a su población durante la pandemia, el renombrado asado ocurrió horas después de que el presidente pidiera evitar las aglomeraciones, haciendo un llamado a la 'libertad responsable', exigiendo el compromiso de la ciudadanía de acatar las disposiciones sanitarias.
Tal reunión social, tuvo como motivo de celebración, el lobby hecho por el Gobierno uruguayo para conseguir 50.000 dosis de la vacuna contra el COVID-19, Sinovac, procedentes de China, destinadas a los distintos estamentos del fútbol sudamericano
Junto a lo anterior, se dio pie a la negociación y posterior obtención por parte de Uruguay, de la organización de la final de la Copa Conmebol Libertadores y Sudamericana de 2021.
El asado desató polémica no solo por el incumplimiento de medidas propuestas por el mismo Poder Ejecutivo, sino porque a tal fecha Uruguay aún no conseguía asegurar dosis de vacunas para toda su población, como destacaron medios uruguayos.