Alemania presenta un preocupante rebrote de casos de coronavirus que se ve agravado por el estancamiento de la campaña de vacunación y el incremento de muertos, justo cuando el país aguarda tensamente la formación de un nuevo Gobierno.
Alemania presenta un preocupante rebrote de casos de coronavirus que se ve agravado por el estancamiento de la campaña de vacunación y el incremento de muertos, justo cuando el país aguarda tensamente la formación de un nuevo Gobierno.
La canciller saliente Angela Merkel, dio la voz de alarma este fin de semana al advertir sobre contagios en aumento, una situación especialmente grave en los geriátricos y una significativa lentificación en el proceso de inmunización, que parecía bien encaminado.
"Me preocupa mucho la evolución actual en los hospitales, y el número de fallecidos. Debería preocuparnos a todos", declaró la respetada política, que gestiona los asuntos corrientes de la nación europea hasta que el socialdemócrata Olaf Scholz forme un nuevo gobierno, durante la cumbre del G20 en Roma.
Merkel lamentó que la relajación de muchas de las restricciones estos últimos meses hayan generado nuevamente un estado de "cierta dejadez" en la población.
Frente a este pico de casos, la canciller advirtió que "habría que tomar medidas rápidamente".
El Ejecutivo se declaró "listo a dialogar" con las regiones, que controlan los sistemas sanitarios de este país federal, afirmó hoy una portavoz del equipo de Merkel.
Además, estos casos relanzan el debate sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario, algo que aprueba el 72% de la población, según un sondeo de la cadena pública ZDF, pero que las autoridades temen imponer por razones históricas relacionadas con el temor a que les acusen de obstruir las libertades públicas.
Cerca del 85% de los mayores de 60 años en Alemania completaron el proceso de inoculación, pero la eficacia de las vacunas tiende a diluirse con el tiempo.
Por otra parte, Merkel afirmó estar "muy triste" porque "dos o tres millones de alemanes de más de 60 años no se hayan aún vacunado".
La enfermedad vuelve a golpear duramente a este país que tanto sufrió las anteriores olas, el otoño e invierno boreales pasados, con 9.658 casos registrados en las últimas 24 horas, 3.085 más que hace una semana, informaron hoy las autoridades sanitarias.
Además, la tasa de incidencia de los últimos siete días se sitúa en 154,8% por 100.000 habitantes, cuando era de 110,1 el lunes pasado, agregó el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch, informó la agencia de noticias AFP.
Las hospitalizaciones de pacientes graves crecieron un 40% en siete días, según la Sociedad de hospitales alemanes, la mayoría personas no vacunadas, y la ocupación de camas de terapia intensiva es ya del 15%.
A la vez han aparecido focos de contaminación en residencias de ancianos.
En un establecimiento de la región de Mecklemburgo-Pomerania, 66 de los 83 residentes se infectaron y 14 murieron, probablemente a raíz de una fiesta organizada a principios de octubre.
Alemania suma 4.61 millones de casos y 95.735 muertes desde el inicio de la pandemia, según el último reporte sanitario.
Con información de Télam