Ana Estrada “murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”, informó su familia en un comunicado este lunes, tras una larga batalla judicial en Perú.
“Murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad”, anunció su familia a través de un comunicado.
Ana Estrada “murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”, informó su familia en un comunicado este lunes, tras una larga batalla judicial en Perú.
Según el documento, “Ana ejerció este domingo su derecho fundamental a una muerte digna y accedió al procedimiento médico de eutanasia”, de acuerdo con el protocolo aprobado por el Seguro Social de Salud de Perú, EsSalud.
"Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que, de manera incondicional, apoyaron su decisión con amor y empatía", agregó la familia en el comunicado.
La eutanasia no está permitida en Perú, pero en febrero de 2021, el Poder Judicial le ordenó al Ministerio de Salud y a EsSalud "respetar la decisión" de Estrada de poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia. Esos organismos decidieron no apelar la sentencia.
Fue la primera vez en la historia del país en que la Justicia reconoció y autorizó el derecho de una persona a terminar con su vida. La sentencia fue ratificada por la Corte Suprema en julio de 2022.
Psicóloga de profesión, Estrada padecía de polimiositis, una enfermedad crónica y degenerativa que afectaba sus músculos, impidiéndole hablar y obligándola a estar en una cama clínica con respiración asistida y cuidada por enfermeras las 24 horas.
Siempre dijo querer ejercer “du derecho a elegir cuándo, cómo y dónde morir”. En marzo 2021, contó que tenía 4 años luchando en los tribunales peruanos, primero sola y luego de la mano de la Defensoría del Pueblo.
El entonces Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, explicó que el Código Penal peruano criminaliza este tipo de acciones y que lo que se pedía en el caso de Estrada es no aplicarlo, lo que finalmente se aprobó en la histórica sentencia.
La lucha de Ana “ha permitido visibilizar y sensibilizar a miles de peruanos y peruanas sobre la importancia de defender este derecho”, y “ha trascendido las fronteras de nuestro país y marcado un hito en la región”, dijo la familia de Estrada en un comunicado, donde también pidió a los medios respetar la privacidad.
El legado de Ana vivirá en la mente y en el corazón de muchas personas y en la historia de nuestro país", agregó la familia.