Anders Behring Breivik, acusado del asesinato de 77 personas en Noruega el año pasado, continuó hoy desgranando sus planes y objetivos, entre los que asegura figuraba matar a todos los jóvenes presentes en la isla de Utoya y a la plana completa del gobierno noruego.
"El objetivo no era matar a 69 personas, el objetivo era matar a todos", declaró Breivik ante la corte que lo juzga en Oslo. En el momento del ataque había 560 personas en la isla que participaban en un campamento de las juventudes del Partido Laborista.
Breivik apuntó que suponía que la mayoría eran mayores de 18 años. "Hasta el 23 de julio creía que ninguno de los que estaban en Utoya era menor de 16 años", afirmó, y añadió que no pretendía matar a menores de edad, pero que los jóvenes se volvían y al no ver sus rostros no podía calcular su edad.
El asesino confeso explicó además que la mayor parte de las víctimas fueron alcanzadas por tres disparos porque "el objetivo era matar". "Para ello, uno dispara todas las veces que sea necesario hasta conseguirlo", agregó.
Su principal objetivo era la ex primera ministra noruega Gro Harlem Brundtland, a quien soñaba con decapitar delante de las cámaras. Ella era su "objetivo más atractivo", pero ya se había ido de la isla cuando él llegó.
Su siguiente blanco era el líder de las juventudes socialdemócratas, Eskil Pedersen. Al resto de jóvenes pensaba empujarlos al mar en medio del pánico para que se ahogaran. Su idea era filmar por completo la masacre, pero el plan se frustró porque, según sus insólitas declaraciones, no pudo comprarse un iPhone.
En la jornada de hoy, Breivik, de 33 años, explicó asimismo que se "preparó" para los ataques con juegos de computadora y que estaba listo para un posible enfrentamiento con la policía.
En el cuarto día del juicio en su contra, el acusado renunció al saludo de extrema derecha con el puño en alto que venía haciendo al comenzar cada jornada. La tarde anterior, los familiares de las víctimas le habían pedido que abandonara ese gesto.
Breivik dijo que ponía nombres de la antigua mitología nórdica a sus armas. "El rifle (semiautomático) era Gungnir, como la lanza mágica de Odín, que después de cada lanzamiento vuelve a su sitio, mientras que la (pistola semiautomática) Glock era MjÃÂlnir, como el mazo de Thor, el rey de la guerra", dijo.
La policía detuvo a Breivik en la isla de Utoya con las armas. Allí mató a 69 personas después de hacer estallar un coche bomba en el distrito gubernamental de Oslo, con el que asesinó a otras ocho.
Breivik fue interrogado sobre un manifiesto antiinmigración y antimusulmán que publicó online poco antes de los ataques, a lo que respondió diciendo que respalda la mayor parte del contenido de ese texto.
"Usé ensayos de otros escritores europeos con los que estaba de acuerdo en temas importantes. Lo he escrito yo mismo en un 40 por ciento", señaló Breivik al referirse al documento de 1.500 páginas.
Además, señaló que inicialmente tenía intenciones de atacar el palacio real y la sede del Partido Laborista en Oslo.
"Consideré muchas alternativas, pero el plan principal era hacer explotar tres coches bomba, seguido de un ataque a tiros", dijo ante el tribunal de Oslo.
La preparación de la bomba fue mucho más difícil de lo que pensaba. "Tomó mucho tiempo y se presentaron muchos inconvenientes. Me faltaron materiales y tuve muchos problemas con varios procesos", indicó.
"La mayoría de los conservadores nacionalistas y culturales, como yo, somos partidarios de la monarquía. Por lo tanto quería atacar el palacio cuando la familia real no se encontrara allí", declaró. Acotó que quería atacar el edificio porque el Partido Laborista usa el lugar para actos oficiales.
El autor de la matanza explicó también su decepción por los efectos de la bomba que estalló en el barrio gubernamental de Oslo. "Los criterios para el éxito del ataque eran que al menos se hundieran las primeras columnas del edificio y que murieran 12 personas", explicó. "El objetivo principal era matar a todo el gobierno, incluido el primer ministro", aseguró.
Según explicó este jueves durante el juicio, Breivik no esperaba sobrevivir al atentado con bomba. "Estimé las posibilidades de sobrevivir al (ataque contra el) barrio gubernamental en un 5%", explicó.
Breivik consideró además otros posibles blancos, como una conferencia de prensa, así como la sede del canal de televisión noruego NRK. "La prensa noruega tiene la mayor responsabilidad por la situación que tenemos actualmente, incluso mucho más que el Partido Laborista", dijo.
Al inicio del juicio el lunes, el hombre de 33 años admitió los ataques con bomba y el tiroteo, pero se declaró no culpable, alegando que actuaba en "legítima defensa".
Fuente: DPA