El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que su país ya "aplanó la curva" de contagios de coronavirus y "evitó la saturación hospitalaria, por lo que descartó un cambio de estrategia en la lucha contra la Covid-19 que generó más de 50.000 muertes. "Sí, nos llevó más tiempo pero no se saturaron los hospitales, nadie se ha quedado sin ser atendido", agregó el mandatario mexicano. En las últimas veinticuatro horas, el país registró 50.517 fallecidos y 462.690 contagios por coronavirus, según el último reporte oficial.
Estos datos que lo sitúan como el segundo país más golpeado por la pandemia en América Latina, por detrás de Brasil. No obstante ello, López Obrador no duda en hablar en términos positivos. "¿Qué hicimos bien? ¿Qué hicieron bien los profesionales, los expertos en salud? Pues evidentemente se aplanó la curva", subrayó el jefe de gobierno.
México alcanzó las cifras descriptas cinco meses después de la llegada de la epidemia y a dos meses del inicio de la denominada nueva normalidad, el plan de reactivación económica ideado por el gobierno de López Obrador, que opera en base a un semáforo epidemiológico que marca el riesgo de contagio dividido en cuatro niveles: máximo (de color rojo), alto (naranja), medio (amarillo) y bajo (verde).
A nivel mundial, México es el sexto con más casos y el tercero con más decesos por la enfermedad, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos. Pese a esta situación, López Obrador señaló que el país, con casi 400 muertos por millón de habitantes, está por debajo de la media de otras naciones en número de defunciones según la población y apuntó que parte de esas muertes se dieron por la prevalencia de otras enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad, ya que es el segundo país de la región con mayor índice de sobrepreso.
El presidente mexicano realizó estas afirmaciones en el marco de su tradicional conferencia de prensa diaria desde Los Cabos, principal destino turístico del noroeste del país, en el estado de Baja California Sur. Más allá del impacto de la pandemia, López Obrador pronosticó una recuperación del turismo nacional para finales de año e insistió en que "ya pasó lo peor" de la crisis, tanto a nivel sanitario como económico.
Si bien el país registró una caída de 18,9% de su PBI en el segundo trimestre del año y una pérdida de más de 1,1 millón de empleos formales por la pandemia, en lo que va de agosto se crearon 10.000 puestos de trabajo formales, según el Instituto Mexicano del Seguro Social. "Va a pasar esta pandemia, tiene que ceder, ya está sucediendo, aun con lentitud ya está bajando, quisiéramos que avanzáramos más, que desapareciera la pandemia, para que no se causaran sufrimientos, pero bueno, tenemos que enfrentar esta pandemia y lo estamos haciendo", redondeó López Obrador.
Mientras tanto, en Ciudad de México persiste el avance de la reactivación económica, luego que la alcaldesa Claudia Sheinbaum anunciara la reapertura la próxima semana de piscinas, museos y cines, aunque con una capacidad máxima del 30%. La medida fue decidida pese a que la urbe continúa registrando un alto riesgo de circulación del virus.
En una conferencia de prensa virtual, la intendenta explicó que tanto las muertes como las hospitalizaciones por Covid-19 descendieron en la metrópolis desde mediados mayo. Además del uso del tapabocas, el distanciamiento social y el lavado de manos, la jefa de Gobierno propuso que bares, discotecas y salones de fiestas puedan comenzar a operar como restaurantes a través de su registro en un programa municipal, con el objetivo de reactivar la economía y evitar la pérdida de empleos.