El Litoral / Telam
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Expectantes e incrédulas, miles de mujeres hacen la cuenta regresiva para obtener su licencia de conducir en Arabia Saudita, que está por dejar de ser el único país del mundo en el que las mujeres tienen prohibido manejar automóviles.
El levantamiento de la Haram (prohibición religiosa), que comenzará a regir a partir del 24 de junio, es un reclamo de larga data de las mujeres sauditas, que finalmente fue escuchado en el palacio real, tras la llegada al poder del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, conocido como "MBS".
Desde su aparición, MBS, de 32 años, revolucionó a su país con el anuncio de una serie de reformas económicas y sociales que analistas internacionales consideran una estrategia para reafirmarse en el poder.
Su generación, alrededor del 70 por ciento de la población, recibió con entusiasmo los cambios anunciados en la tierra del wahabismo, una doctrina conservadora y extremista del islam que ha servido de base para organizaciones radicales como el Estado Islámico y Al Qaeda. Pero los cambios son lentos y el reino tampoco parece dispuesto a generar la impresión de que el disenso o la protesta son medios válidos para obtener reivindicaciones, o que quedarán impunes.
Así se le hizo saber a las activistas que desde distintas organizaciones se movilizaron -con intermitencias- a partir de 1990 para dejar de ser perseguidas por querer conducir un auto. Muchas de ellas fueron detenidas durante mayo y hoy están presas, denunció la organización Human Rights Watch, que informó que "al menos cuatro defensoras de los derechos de las mujeres están arrestadas desde el 15 de mayo" y señaló que se suman a otras siete activistas que fueron detenidas anteriormente.
La organización, que basa su denuncia en información de grupos activistas locales, subrayó la contradicción del príncipe heredero, "que se ha calificado a sí mismo como un reformador con aliados e inversores occidentales" y en lugar de "agradecer a los activistas por sus contribuciones", los castiga.
Entre las detenidas figuran algunos nombres conocidos como el de Loujain al Hatloul, Aziza al Yusef e Iman al Nafyan, todas activistas que han luchado tanto contra la prohibición de conducir a las mujeres y como contra el sistema de tutela masculina que las obliga a vivir como menores de edad durante toda la vida. Bajo este sistema, una mujer no puede tomar decisiones por sí misma y necesita que un pariente masculino decida todo en su nombre. "Si eres afortunada con tu cónyuge, padre o hermano y creen en la igualdad, solo será una legislación molesta. Pero si no eres agraciada y tu tutor es un machista, usará la ley como un arma de extorsión", explicaba en septiembre la activista Nur Ashadaui, en una entrevista con el diario español El Mundo.
La lucha de las mujeres por obtener el permiso de conducir es de larga data. Las primeras en reclamar fueron unas 50 mujeres que, desoyendo la prohibición, se subieron a sus autos y manejaron por las calles de Riad, en 1990. Después de pasar 24 horas en prisión, las autoridades les quitaron su pasaportes y algunas perdieron sus trabajos. Más tarde, en 2007, un grupo fundado por las activistas Wajeha Al Huwaider y Fawzia al Uyyoni, enviaron al entonces rey Abdullah una petición para que levante la prohibición con 11.000 firmas. En 2011, en pleno estallido de la Primavera Árabe, Manal al Sharif, se grabó conduciendo su auto e hizo una convocatoria -antes de ser detenida- para que más mujeres salgan a las calles con sus autos. "No hay ninguna ley que te prohíba conducir", aseguró Al Sharif, de 39 años en una charla TED que dio en 2013. "Sólo es una costumbre y tradición que se ha consagrado en la estricta Fatwa religiosa y que se ha impuesto a las mujeres", explicó la mujer que recibió decenas de amenazas, entre ellas una que le advertía que iba a ser violada por el "lobo feroz" si conducía.
La detención de Al Sharif, que hoy vive en Australia, desdibujó un poco la convocatoria a tomar el volante aunque no la borró: el 17 de junio, unas cien mujeres tomaron sus autos, se grabaron conduciendo y ninguna fue detenida. "Habíamos roto el tabú", subrayó la activista saudita y explicó los argumentos presentados por los sectores conservadores para prohibir que las mujeres manejen autos.
El Consejo Shura, un órgano consultivo elegido por el rey, afirmó -basado en un estudio de la Unesco- que en los países en los que las mujeres manejan es más alto el porcentaje de violaciones, adulterio, hijos ilegítimos, abuso de drogas y prostitución. "Arabia Saudita es el único país en el que las mujeres no pueden manejar", recordó Al Sharif, quien expresó su alivio al notar que actualmente se está yendo "paso a paso" hacia una mejora en los derechos de las mujeres.
"Dentro del reino, hay un optimismo cauteloso", escribió en un artículo publicado en el semanario estadounidense Time. "En junio finalmente podremos conducir. Se habla seriamente de dejar a las mujeres ocupar cargos políticos por primera vez y abolir por completo la tutela masculina (...) Si (el príncipe Mohamed bin Salman) MBS hiciera eso, mis esperanzas de una mejor Arabia Saudita son más grandes que el cielo".