Argentina le comprará tres submarinos a Francia por 2.000 millones de dólares
El encuentro entre Milei y Macron habría dejado como saldo más importante este acuerdo. París ya acompañaba a Brasil en el desarrollo de propias unidades.
Javier Milei desde el balcón de la Casa Rosada durante la visita de Emmanuel Macron.
Dejando atrás la “chicana” de la recepción a Emmanuel Macron con la marcha militar Avenida de las Camelias, vinculada a la última dictadura argentina, por su visita a la Iglesia de la Santa Cruz en homenaje a los franceses desaparecidos y asesinados durante el Proceso, Javier Milei habría avanzado en un importante acuerdo con París.
Se trata de la compra a Francia de tres submarinos Scorpène de Naval Group por una cifra aproximada de 2.000 millones de dólares y cuatro buques tipo OPV de Kership SAS (filial de Piriou y Naval Group) por unos 278 millones de euros. Ambas firmas de origen galo.
La noticia, que contaba previamente con la firma de la carta de intención por parte del ministro de Defensa, Luis Petri, y el Jefe de la Armada Argentina, Vicealmirante Carlos María Allievi, fue confirmada por La Nación.
El hecho no sorprende ya que medios franceses como La Tribune ya habían alertado a principios de octubre sobre un posible acuerdo, en el marco de la visita de Luis Petri a su par francés Sébastien Lecornu.
Luis Petri, minsitro de Defensa de la Nación, con su par francés Sébastien Lecornu. Crédito: Ministerio de Defensa
En lo que respecta a los plazos concretos, a pesar del interés argentino por acelerar la adquisición, que contará con financiamiento a través de un nuevo préstamo, recién tendría su rúbrica a mediados de 2025, estirando el proceso de incorporación a la armada a unos cinco años, indicó el ministro Petri.
Siguiendo con el plan de renovación armamentística argentina, el gobierno libertario comienza a hacer foco en su objetivo principal en este campo, según declaraciones previas: los submarinos. El caso de los buques llega mediante una licitación internacional del Ministerio de Seguridad de la Nación e irán destinados a Prefectura.
Diálogo entre Javier Milei y Emmanuel Macron durante la primera foto familiar fallida de la Cumbre del G20. Crédito: Pilar Olivares/Reuters
Estas adquisiciones se sumarán a la espera de los 24 aviones de combate F-16 comprados a Dinamarca, de los que recién en 2025 arribarán sus unidades de prueba, y al proyecto de la base militar conjunta con Estados Unidos en Ushuaia. Cuestión no menor, daneses, estadounidenses y franceses son miembros fundadores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La acción acerca a Argentina aún más al “mundo occidental” en el plan mileista, pero se encarga de coartar eventuales intenciones con Malvinas.
Por encima del plan de gobierno de Milei, acorde o no en la coyuntura, el desarrollo de la flota de submarinos y su renovación resulta un hecho de suma sensibilidad para la transversalidad de la población argentina por el ya desarrollado incidente del ARA San Juan.
La clase Scorpène
Su primera unidad fue botada en 2003 y son considerados de quinta generación. Nacido como proyecto francés, los acuerdos han permitido desarrollarlo en España, India, Brasil e Indonesia. Actualmente hay 14 activos en el mundo, seis de ellos en Sudamérica: dos en la Armada de Chile y cuatro en la Marina de Brasil.
Imagen ilustrativa. Scorpène Evolved Full LiB.
Patrulleros de Alta Mar
Los buques que sumaría la Prefectura Naval Argentina poseen relaciones con los Clase Gowind que ya se adquirieron de Francia en 2018, también a Naval Group , por 319 millones de euros. Uno de ellos contaba con poco uso y los restantes debían construirse en astilleros nacionales. Mientras todavía transcurren los 11 años del proceso de pago de estas unidades, aún no hay detalles sobre el método de financiamiento actual.
OPV clase Bouchard que posee Argentina.
Francia, ya fuerte en Brasil
La experiencia de París con los submarinos en Sudamérica tiene el plato fuerte en Brasil, donde recientemente, con lo irónico del caso, Macron extendió este lazo con Lula da Silva.
Durante la visita de tres días en marzo de este 2024, el presidente francés reafirmó el acompañamiento a los brasileños en el desarrollo de sus propios sumergibles, a la par que lanzaba la tercera unidad del acuerdo de cooperación entre ambos países.
La frontera terrestre más larga de Francia es con Brasil. Se debe a la Guayana Francesa, territorio de ultramar francés, que se extiende por 730 km.
El Tonelero (S-42), submarino con 72 metros de eslora y capacidad para alcanzar una velocidad de hasta 37 km/h, fue construido en el Complejo Naval de Itaguaí.
Emmanuel Macron junto a Lula da Silva en la Cumbre del G7 en junio de este año. Crédito: Louisa Gouliamaki/Reuters
Redoblando apuestas, Macron anunció el 27 de marzo: "Quiero que abramos el capítulo para los nuevos submarinos, que miremos de frente a la propulsión nuclear y al mismo tiempo respetemos perfectamente todos los compromisos de no proliferación".
En caso de concretar el proyecto, esta ayuda francesa permitiría a Brasil ser el primer país fuera de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en poseer su unidad de propulsión nuclear.
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