El Vaticano inició el proceso para canonizar a un militar secuestrado y asesinado por el ERP
Se trata del coronel Argentino del Valle Larrabure, muerto en agosto de 1975, durante un gobierno constitucional y tras permanecer un año secuestrado.
El Vaticano inició el proceso para canonizar a un militar secuestrado y asesinado por el ERP
Domingo 30.4.2023
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Última actualización 22:58
Se abrió el proceso para concretar la beatificación del coronel Argentino del Valle Larrabure, un militar tucumano que fue secuestrado y asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1975. “Su figura es providencial, porque en tiempos de enfrentamientos su martirio nos invita al encuentro y al perdón”, dijo el obispo castrense, Santiago Olivera, convencido de la actualidad del testimonio de este militar cuya fe no flaqueó ni en los peores momentos de su calvario.
Ahora, el Vaticano autorizó la apertura de la causa de beatificación del coronel Larrabure. “Examinado el asunto, me complace informar a vuestra excelencia que, por parte de la Santa Sede, nada puede impedir la causa de beatificación y canonización del mencionado Siervo de Dios”, se detalló en una comunicación enviada por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, al obispo castrense, monseñor Santiago Olivera.
"Nihil obsta" es la fórmula en latín que usa la Santa Sede: nada obsta, no existe impedimento alguno, para iniciar el proceso que puede llevar al altar a Larrabure. El Vaticano respondió de ese modo a la solicitud enviada desde la Argentina. Según las diócesis locales, ameritan iniciar el proceso de beatificación de una persona.
En agosto de 1974, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, un comando de 70 guerrilleros del ERP tomó por asalto la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Villa María, en Córdoba, y secuestró a su subdirector, el mayor Larrabure. También se llevaron armas y explosivos.
El militar fue encerrado en una “cárcel del pueblo”, un calabozo húmedo, sin luz y con escasa ventilación. El propio Larrabure le llamó “canil”. Después se supo que el lugar estaba oculto en el local de una mercería en el barrio Bellavista de la ciudad de Rosario.
Así fue publicada la noticia en El Litoral.
Luego de más de un año de encierro, Larrabure fue ejecutado por sus captores. Se considera que la ejecución fue el 19 de agosto de 1975, y su cuerpo fue arrojado a una zanja. Tenía 43 años. Fue ascendido a coronel postmortem.
El obispo castrense Santiago Olivera es Delegado Episcopal de la Causa de los Santos de la Conferencia Episcopal de Argentina. En ese doble rol, asumió la investigación preliminar que fue elevada a la Santa Sede para obtener el "nihil obsta".
Olivera resaltó el modo en que Larrabure encarnó la fe sin flaquear durante el difícil trance que le tocó vivir y de la que dejó un testimonio profundo y descarnado en las pocas cartas que pudo enviar y en anotaciones diarias.
En una de las cartas que pudo enviar a su familia desde su cautiverio, que estaba fechada el 22 de octubre de 1974, Larrabure escribió este mensaje. “A mis hijos y ahijado especialmente, que no olviden mi mensaje: aun suceda lo peor, no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”, escribió.
En total, la familia del militar recibió siete cartas durante el secuestro. “Algunas llegaban por correo y otras las debíamos ir a buscar a lugares que nos señalaban”, relató su hijo Arturo Larrabure. El militar las escribía en hojas que le daban sus captores, con símbolos de la organización guerrillera.