Sábado 12.5.2018
/Última actualización 11:43
Más de 24 millones de iraquíes están convocados a acudir a las urnas para decidir el reparto de los 329 escaños de la Cámara de Diputados entre más de 7.000 candidatos, de los que 2.011 son mujeres. El actual primer ministro chiita Haidar al Abadi es considerado como favorito.
Después de la victoria sobre el EI, se espera que los comicios abran un nuevo horizonte para la futura estabilidad del país. Muchos observadores temen que la milicia sunita vuelva a cobrar fuerza si el nuevo gobierno no garantiza un equilibrio entre la mayoría chiita y la minoría sunita en el país.
Se prevé que los primeros resultados de la votación ya se den a conocer en la noche de este sábado gracias a la introduction de un nuevo sistema de cómputo electoral.
Aunque Al Abadi proclamó el pasado mes de diciembre la victoria de las Fuerzas Armadas iraquíes sobre el EI, amplias zonas del país están destruidas a causa de los prolongados enfrentamientos con los yihadistas.
Según Naciones Unidas, más de dos millones de personas siguen desplazados en el país. Algunas células del EI siguen activas. En 2014, la milicia terrorista había tomado el control de amplias regiones de Irak.
Baja participación en las primeras horas de las elecciones iraquíes
Los observadores constataron una mayor afluencia a las urnas hacia el mediodía. Tim Petschulat, observador electoral de la Fundación alemana Friedrich Ebert, dijo a dpa que la situación en Bagdad estaba tranquila. Según sus datos, en tres centros de votación visitados por él se registraba una afluencia de unos 15 votantes por hora.
Sin embargo, en las primeras horas de la jornada electoral se registró una nutrida afluencia a las urnas en la ciudad de Faluya, en el oeste del país, y en Mosul, antiguo bastión del EI en el norte de Irak.
El primer ministro chiita Haidar a Abadi, favorito para conquistar un segundo mandato, llamó a los iraquíes a acudir masivamente a las urnas. "Estas elecciones son decisivas para el futuro del país", dijo Al Abadi tras emitir su voto en el barrio de Al Karada, en el centro de Bagdad. Los principales rivales del primer ministro son su predecedor Nouri al Maliki, así como Hadi al Amiri, comandante de una facción chiita apoyada por Irán que luchó contra el EI.
Las elecciones se llevan a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad, ya que el EI había amenazado con realizar atentados contra locales de votación.