La compañera de Julian Assange, Stella Moris, afirmó que el fundador de WikiLeaks se encuentra "en muy mal estado de salud" antes de la revisión, este miércoles -por parte los tribunales británicos-, de la apelación estadounidense contra el rechazo de su extradición. "El sábado pasado vi a Julian en la prisión de Belmarsh y se lo notaba con muy mal aspecto", indicó Moris durante una conferencia de prensa, en referencia a su reciente visita a la penitenciaría cercana a Londres donde está detenido el programador, periodista y activista de Internet australiano.
"Esperamos que ya sea el fin de todo esto", señaló la pareja de Assange, que también oficia de abogada del inculpado, antes de la audiencia prevista para miércoles y jueves. "Julian no sobreviviría a una extradición, es la conclusión de la magistrada que atiende su caso", prosiguió Moris, considerando como "aterradora" la posibilidad de revertir la decisión de no concretarla.
Assange fue acusado por Estados Unidos de espionaje por difundir en 2010 más de 700.000 documentos clasificados sobre las actividades militares y diplomáticas de dicho país, sobre todo en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos. De ser declarado culpable en suelo estadounidense, podría ser condenado a 175 años de cárcel, en un caso descrito por sus defensores como político y un atentado a la libertad de expresión.
La directora de las campañas internacionales de la ONG Reporteros sin Fronteras, Rebecca Vincent, destacó que el actual presidente estadounidense, Joe Biden, perdió la ocasión de "distanciarse de sus antecesores" y solicitó, al igual que todos los partidarios del fundador de WikiLeaks, que se retiren los cargos de acusación contra Julian Assange.
Por su parte, el redactor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, consideró que "es impensable" que el Tribunal Superior londinense "llegue a otra conclusión que no sea confirmar la denegación de la extradición". Según Hrafnsson, de ser puesto en libertad de la prisión británica donde se encuentra, Assange podría pedir asilo en cualquier país, incluida Rusia.
"Muchos países pueden considerarse seguros o relativamente seguros para recibir a Assange. Algunos países europeos como Islandia, pero es un país pequeño. Las opciones se examinarán, no se descarta nada", afirmó Hrafnsson. El redactor indicó que Assange, en realidad, lo que quiere es volver a Australia, pero las autoridades australianas no han mostrado ningún signo de apoyo pleno a la intención de su ciudadano.
Assange, de 50 años, fue detenido por la policía británica en abril de 2019 después de que el gobierno de Ecuador le retirara su asilo diplomático en su embajada en Londres, donde vivía refugiado desde 2012 por miedo a ser extraditado. Pese a que en enero pasado una jueza británica rechazó la solicitud de extradición por el "riesgo de suicidio" que presentaría Assange, Estados Unidos quiere revertir este fallo y comenzó a exponer en agosto sus principales alegatos.
En esta demanda de apelación, Washington pone en tela de juicio en particular la fiabilidad de un experto que testificó a favor de Assange respecto a la fragilidad de su actual salud mental. Se trata del psiquiatra Michael Kopelman, quien reconoció que había engañado a la justicia al ocultar el hecho de que su cliente se convirtió en padre durante su confinamiento en la embajada de Ecuador en Londres.