Los asaltantes en cuatro vehículos atacaron usando granadas y armas automáticas. El atentado no fue reivindicado oficialmente por ningún grupo, pero las autoridades lo atribuyen al Estado Islámico
Al menos once personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes, murieron este domingo por la noche en un ataque del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) contra un puesto militar en el oeste de Bagdad, indicaron fuentes policiales y médicas.
Los asaltantes en cuatro vehículos atacaron el puesto en el distrito de Al-Radhwaniya, en el suroeste de la capital, usando granadas y armas automáticas, dijeron las fuentes.
“Cinco miembros del Hashd tribal (unidades de ex paramilitares ahora integradas al Estado iraquí) murieron, así como seis habitantes que les apoyaron” durante el ataque, indicó un vocero policial a la AFP.
Fuentes de servicios médicos también confirmaron este balance y precisaron que hubo ocho heridos, que fueron trasladados a un hospital en Bagdad.
El ataque empezó con “el lanzamiento de granadas contra una torre de observación del Hashd tribal por parte de miembros del ISIS”, explicó el integrante de los servicios de seguridad.
De momento, el ataque no fue reivindicado oficialmente por ningún grupo, mientras el ejército y la policía han iniciado un operativo en busca de los atacantes, dijeron fuentes policiales.
Aunque las autoridades iraquíes declararon hace tres años la “victoria” en la guerra contra el EI, sigue habiendo células clandestinas del grupo yihadista en el país, sobre todo en una zona agrícola cercana a Bagdad en la que se encuentra el pueblo de Al-Radhwaniya, donde se produjo el ataque del domingo.
El ISIS llegó a controlar en 2014 prácticamente un tercio del territorio iraquí, en el que impuso su autoproclamado “califato”.
Hashd es una fuerza de seguridad formada a finales de 2006 por miembros de tribus suníes con el objetivo de enfrentar a Al Qaeda.
Irak sufre constantemente ataques armados contra posiciones de seguridad en las regiones occidentales y septentrionales del país por parte de células durmientes del Estado Islámico, pese a que este grupo terrorista fue derrotado territorialmente en 2017.
No obstante, no son habituales este tipo de agresiones en la capital.