Un depósito de municiones ruso estalló ayer en Crimea, tras un ataque ucraniano con drones que provocó evacuaciones y paralizó el tráfico ferroviario, cinco días después de que un atentado dañara un estratégico puente ruso en esa región anexada por el Kremlin en 2014.
"El bombardeo de instalaciones militares en el territorio temporalmente ocupado de Crimea fue llevado a cabo por las fuerzas ucranianas", dijo a la agencia AFP una fuente castrense en condición de anonimato y confirmó así la autoría del ataque.
Ucrania lanzó a inicios de junio una contraofensiva para reconquistar los territorios arrebatados por Rusia y manifestó su intención de recuperar Crimea.
El dirigente prorruso de Crimea, Serguei Aksionov, dijo este sábado en Telegram que "como resultado de un ataque con un dron enemigo en el distrito de Krasnogvardeiski, hubo una explosión en un depósito de municiones".
"Se decidió evacuar a la gente que vive en un radio de 5 kilómetros", y, "para minimizar los riesgos, también parar el tráfico ferroviario", afirmó. El tráfico vial fue interrumpido muy brevemente y se retomó por la noche.
Aksionov afirmó que no hubo víctimas, pero no precisó dónde se produjo exactamente el ataque, al señalar únicamente que fue en el distrito de Krasnogvardeiski, ubicado en el centro de Crimea.
Los ataques en esta península del mar Negro se intensificaron en las últimas semanas.
Hace cinco días un ataque golpeó el puente de Kerch en Crimea, la única infraestructura que une esta península a Rusia. Es utilizado para transportar material militar ruso al frente ucraniano y ya había sido atacado por las tropas ucranianas en octubre de 2022.
En el último ataque, drones navales causaron daños considerables y dos civiles que circulaban en auto por el puente murieron.
El viernes, al hablar por videoconferencia en el Foro de Seguridad de Aspen, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó que el puente de Crimea, construido según él en violación al derecho internacional, debía ser "neutralizado".
El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió una "respuesta" de su ejército y llamó a "mejorar la seguridad" en el puente.
Murió un periodista ruso
Un corresponsal de la agencia de noticias rusa RIA Novosti falleció este sábado en un bombardeo en la provincia de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, informó el Ministerio de Defensa de Rusia que atribuyó el ataque a una bomba de racimo enviada recientemente por Estados Unidos a Kiev.
La autoridad de Zaporiyia designada por el Kremlin, Yevgueni Balitski, especificó que el "joven y talentoso" periodista perdió la vida cuando el proyectil alcanzó el vehículo en el que viajaba desde la ciudad de Vasilievka hasta el pueblo de Vladimirovka.
"Durante la evacuación, Rostislav Zhuravliov, periodista de la agencia de noticias RIA Novosti, murió a causa de las heridas causadas por la explosión de una submunición en racimo", precisó el Ministerio de Defensa ruso.
Según la cartera, alrededor de las 12 (6 de Argentina) unidades de las tropas ucranianas lanzaron un ataque contra un grupo de periodistas de RIA Novosti y del diario ruso Izvestia.
El ministerio destacó que otros tres corresponsales sufrieron heridas de diversa gravedad "sin riesgos para su vida" y en este momento "se les brinda toda la atención médica necesaria", informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso apuntó a la "responsabilidad" de las potencias occidentales en la muerte del periodista y aseguró que habrá una respuesta.
"Los responsables de la brutal matanza del periodista ruso serán inevitablemente castigados como se lo merecen", dijo la vocera de la Cancillería, Maria Zajarova.
La portavoz señaló que "los que suministraron las municiones de racimo" a Kiev también comparten la responsabilidad por lo sucedido.
Estados Unidos anunció hace dos semanas el suministro de bombas de racimo a Ucrania, en lo que el presidente Joe Biden calificó como una "decisión difícil" pero justificada bajo el argumento que las tropas ucranianas están "quedándose sin municiones" en momentos en que intentan recuperar territorio con su contraofensiva.
Aliados como Canadá, España y Reino Unido criticaron la decisión de la Casa Blanca por violar la Convención de Oslo de 2008 que prohíbe el uso, producción y transferencia de este armamento, ratificada por más de 110 países, pero que no es legalmente vinculante para Estados Unidos, Ucrania ni Rusia por no haberla firmado.
Decenas de miles de israelíes marchan contra la reforma judicial
Decenas de miles de personas llegaron este sábado a Jerusalén en la última etapa de una marcha hacia el Parlamento que comenzó el martes y que busca presionar al primer ministro, Benjamin Netanyahu, para que frene una reforma judicial que, según denuncian, pondría en riesgo la independencia del poder judicial.
Los manifestantes hicieron una última parada el viernes antes de entrar en Jerusalén y para realizar una comida comunitaria para celebrar el 'sabbath', la festividad semanal judía, e hicieron noche en Shoresh, 20 kilómetros al oeste de la ciudad santa.
Ayer por la mañana desayunaron con viandas donadas por simpatizantes e iniciaron el último trayecto hacia Jerusalén, con la vista puesta en la Knesset (Parlamento) en una columna de varios kilómetros a la que hoy se sumaron miles de personas más de todo el país, informó la agencia de noticias Europa Press.
El objetivo no era cortar la ruta, pero la gran cantidad de gente, sumada a los coches estacionados en la banquina por las personas que se incorporaron a la marcha hizo que los problemas de tránsito fueran inevitables.
Bajo el lema "No permitiremos que destruyan nuestro hogar", dirigido a Netanyahu, miles de personas iniciaron el martes una caminata hacia la Knesset.
Los organizadores anunciaron que tienen intención de acampar en el Parque Saker, el más grande de Jerusalén, por tiempo indefinido.
La reforma impulsada por el Gobierno, formado en diciembre con el apoyo de partidos de extrema derecha y formaciones ultraortodoxas judías, busca aumentar el poder del Parlamento sobre el de la Corte Suprema.
El Ejecutivo considera que es necesaria para asegurar un mejor equilibrio de los poderes, pero sus detractores afirman que podría empujar al país hacia un modelo autoritario.
Desde el anuncio en enero pasado del proyecto, decenas de miles de personas se manifiestan cada semana, en lo que se considera uno de los movimientos de protesta más grandes de la historia de Israel.
El proyecto provoca críticas también en el exterior.
El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió a fines de marzo al Gobierno israelí que busque consensos con quienes se oponen al proyecto.
Biden y Netanyahu hablaron por teléfono este lunes y acordaron reunirse a la brevedad para abordar el complejo tema, según refirió John Kirby, vocero de la Casa Blanca.