El juez federal Daniel Rafecas ordenó la captura internacional de cuatro libaneses sospechados de haber tenido una participación “secundaria” en el atentado de la mutual judía AMIA en 1994 en Argentina.
Se les atribuye una "participación secundaria" en el ataque ocurrido en 1994. Lo pidió la fiscalía especializada en el caso.
El juez federal Daniel Rafecas ordenó la captura internacional de cuatro libaneses sospechados de haber tenido una participación “secundaria” en el atentado de la mutual judía AMIA en 1994 en Argentina.
Lo hizo a pedido de la Unidad Fiscal que investiga el atentado, aquella que ocupó hasta su muerte el fiscal Alberto Nisman y hoy encabezada por Sebastián Basso.
Uno de los acusados es Hussein Mounir Mouzannar, “quien podría estar en la actualidad residiendo en la República del Paraguay (ciudad del Este o sus inmediaciones) o en la ciudad o suburbios de la ciudad de Foz de Iguazú, en República Federativa del Brasil”, sostiene la orden de captura.
Alí Hussein Abdallah, alias ‘el alto’, ‘el Tawil’ o ‘Alí El Taweel’, naturalizado brasileño; Abdallah Salman, (también conocido como José El Reda, Manuel Gutiérrez, Salomons Abdalla, Abdallah Rammal y Abad ía Ramal), quien actualmente residiría en Beirut, El Líbano; Farouk Abdul Hay Omairi, alias Roberto, brasileño naturalizado, con último domicilio conocido en Foz de Iguazú, Brasil, son los otros 3 sospechosos.
“Existen fundadas sospechas de que resultan colaboradores u agentes operativos del mencionado brazo armado de Hezbollah”, sostuvo Rafecas.
“A pedido del fiscal Instructor se ordenó el llamado a prestar declaración indagatoria en la causa, en virtud de lo cual se dispusieron sus capturas nacionales e internacionales”, precisó.
Para el juez, está “suficientemente acreditada su pertenencia y/o cooperación con la banda criminal denominada ‘brazo armado’ del Hezbollah”.
Sobre José El Reda también pesa una orden de captura por el atentado contra la Embajada de Israel en 1992.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.