Un bombardeo israelí contra la capital de Siria causó 15 muertes y dañó gravemente un edificio en el barrio de Damasco, donde están los organismos de seguridad e inteligencia sirios.
El ataque golpeó un edificio de diez plantas cerca de la zona donde tienen su sede algunos ministerios, agencias de seguridad y organismos de inteligencia.
Un bombardeo israelí contra la capital de Siria causó 15 muertes y dañó gravemente un edificio en el barrio de Damasco, donde están los organismos de seguridad e inteligencia sirios.
La ONG opositora siria Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que el ataque estuvo dirigido a objetivos del grupo islamista libanés Hezbollah en Damasco. Entre los muertos había civiles, incluyendo dos mujeres.
El golpe afectó un edificio de diez plantas cerca del Centro Cultural Iraní en el barrio de Kafr Sousa, donde tienen su sede algunos ministerios, agencias de seguridad y organismos de inteligencia.
Desde el inicio de la guerra en Siria, en 2011, Israel lanzó cientos de bombardeos contra el país vecino, dirigidos en especial contra puestos del Ejército, las milicias iraníes y Hezbollah, que son aliados del Gobierno sirio.
El Ministerio de Defensa sirio aseguró que el bombardeo fue lanzado desde los Altos del Golán, la meseta siria ocupada por Israel. "El enemigo israelí realizó una agresión aérea desde los ocupados Altos del Golán contra varias zonas de Damasco y sus alrededores, incluyendo barrios residenciales", informó en un comunicado.
En la entrada del edificio atacado había un cráter y las calles quedaron llenas de escombros. Los edificios históricos cercanos también resultaron "gravemente dañados", declaró el jefe del departamento de antigüedades sirio, Nazir Awad.
Israel no suele comentar sus operaciones contra Siria, pero suele reiterar que no permitirá que Irán, que es aliado de Hezbollah, extienda su influencia hasta las fronteras de Israel.
"No dejaremos que Irán obtenga armas nucleares y no dejaremos que expanda [su influencia] en nuestra frontera norte", sostuvo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una reunión de su gabinete.
El Gobierno sirio del presidente Bashar al Assad recibe apoyo militar de Rusia, Irán y de grupos chiitas armados, como Hezbolh, enemigo declarado de Israel.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, Maria Zajarova, condenó el ataque y urgió a Israel a "poner fin a las provocaciones armadas" contra Damasco.
Un vocero de la Cancillería iraní, Naser Kanani, dijo que condenaba "firmemente el ataque del régimen sionista contra objetivos en Damasco y en su periferia, incluyendo algunos edificios residenciales".
El bombardeo ocurrió semanas después de que un ataque israelí con misiles alcanzara el Aeropuerto Internacional de Damasco, el 2 de enero, matando cuatro personas, incluyendo a dos soldados.
El conflicto en Siria comenzó en 2011 con la represión de protestas pacíficas y escaló en una guerra civil en la que también participaron potencias extranjeras y grupos yihadistas.
Desde que comenzó la guerra, han muerto casi medio millón de personas, y más de la mitad de la población que tenía entonces el país huyó de sus hogares.