Jueves 11.6.2020
/Última actualización 19:29
Australia aseguró este jueves (11.06.2020) que no cederá a la "coerción" de China, después de que el gigante asiático alertara a sus estudiantes de incidentes racistas en el país oceánico, en un nuevo episodio de crecientes tensiones comerciales que amenaza los multimillonarios ingresos de las universidades australianas.
El ministerio de Educación chino instó esta semana a sus estudiantes a que reconsideren sus viajes de estudio a Australia debido a los "múltiples incidentes de discriminación contra descendientes asiáticos durante la pandemia", lo que ha sido desmentido por las autoridades australianas.
Los medios australianos han informado de algunos casos de acoso a asiáticos en los campus de Australia, pero las autoridades australianas afirman que es uno de los países más seguros para los estudiantes internacionales.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, subrayó hoy en una entrevista con la emisora 2GB que él no va a "comercializar" los "valores" australianos "en respuesta a la coerción de quien venga", en referencia a la posición de su país en asuntos como la investigación del origen de la COVID-19 o la política de China en Hong Kong.
En términos más diplomáticos, Morrison expresó que "Australia provee los mejores productos turísticos y educativos en el mundo y esto es convincente (...) Tengo mucha confianza en el atractivo de nuestros productos".
Las declaraciones de Morrison se dan en momentos en que su gobierno se prepara a reanudar en julio próximo todas las actividades económicas en Australia para intentar mitigar el efecto de la recesión a la que se encamina por primera vez en casi 30 años.
Un sector clave es la educación, que es una de las estrellas exportadoras de Australia, después del carbón, hierro y gas, y que aportó el año fiscal 2018-19 unos 37.600 millones de AUD (24.616 millones de USD o 22.588 millones de EUR), gracias a los 400.000 estudiantes extranjeros que llegaron al país, un 38,3 % provenientes de China.