Los incendios forestales que iniciaron la semana pasada se extendieron rápidamente envolviendo la costa noroeste de Maui, arrasando la histórica ciudad turística de Lahaina y destruyendo casi todo a su paso.
El Gobernador de Hawái, Josh Green, lo determinó este domingo. El número de muertos ascendió a 93 y se espera que siga aumentando.
Los incendios forestales que iniciaron la semana pasada se extendieron rápidamente envolviendo la costa noroeste de Maui, arrasando la histórica ciudad turística de Lahaina y destruyendo casi todo a su paso.
Días después del infierno, las dotaciones de bomberos siguen luchando contra las llamaradas y los perros rastrean las ruinas calcinadas de la ciudad en busca de víctimas, mientras los supervivientes y las autoridades se enfrentan a la magnitud del desastre.
"En este momento, todavía estamos en la fase aguda de esta recuperación, lo que significa que todavía estamos recuperando la trágica pérdida de vidas", indicó Green, gobernador de Maui.
"Estamos en 93 (víctimas) ahora es una zona de guerra, pero la ayuda es increíble".
Green, que advirtió el sábado de que el número de víctimas mortales aumentaría, se comprometió de nuevo a investigar la respuesta al incendio y los sistemas de notificación de emergencia después de que algunos residentes cuestionaran si se podría haber hecho más para avisarles antes de que sus casas fueran destruidas.
Las sirenas colocadas alrededor de la isla -destinadas a avisar de catástrofes naturales inminentes- nunca sonaron, y los cortes generalizados de electricidad y telefonía móvil dificultaron otras formas de alerta.
Por su parte, el presidente Joe Biden comunicó ante las consultas de la prensa que estaban estudiando la posibilidad de visitar la isla en los próximos días.
El número de muertos convirtió el incendio en la peor catástrofe natural de Hawái, superando a un tsunami que mató a 61 personas en 1960, un año después de que Hawái se convirtiera en estado de Estados Unidos.
La cifra de muertos también superó la del incendio de 2018 en la localidad californiana de Paradise, en el que perecieron 86 personas, y fue la más alta de un incendio forestal desde 1918, cuando 453 personas murieron en el incendio de Cloquet, en Minnesota y Wisconsin, según datos de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
Las autoridades consiguieron 1.000 habitaciones de hotel para las personas que perdieron sus hogares y están organizando para que propiedades de alquiler sirvan de alojamiento sin costo alguno para las familias, dijo Green el sábado. Más de 1.400 personas habían sido acogidas en refugios de emergencia.