Martes 18.2.2020
/Última actualización 12:55
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció este martes los "indiscriminados" e "inhumanos" ataques sufridos por la población civil en el noroeste de Siria, donde más de 900.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares desde principios de diciembre por la ofensiva del gobierno de Bashar al Assad.
A su vez, urgió a las partes a facilitar corredores humanitarios.
La oficina constató la muerte de al menos 298 civiles en las regiones de Idleb y Alepo desde el pasado 1 de enero, al menos un centenar de ellos en los primeros 16 días de febrero.
El 93% de las víctimas corresponderían a acciones perpetradas por el gobierno sirio y sus aliados.
Además, más de 900.000 personas se han visto forzadas a moverse, de las cuales un 80% fueron identificadas como mujeres o niños.
La ONU ya valora esta contexto como la mayor crisis de desplazamiento desde que estalló la guerra en Siria en marzo de 2011.
"Familias enteras, algunas de las cuales han cruzado Siria de una punta a otra en la última década, se encuentran de forma trágica con que las bombas son parte de su vida diaria", lamentó la ex presidenta chilena en un comunicado en el que se preguntó "cómo alguien puede justificar este tipo de ataques indiscriminados e inhumanos" contra la población civil.
Su oficina confirmó que al menos 10 instalaciones médicas y 19 centros educativos se han visto afectados directa o indirectamente por el conflicto, recogió la agencia de noticias Europa Press.
Los ataques también alcanzaron los campos improvisados para los desplazados internos, lo que reduce la posibilidad de estar a salvo en cualquier punto de la región.
"Los civiles que huyen de los enfrentamientos se están acumulando en zonas sin refugios seguros y que se reducen cada hora que pasa. Y aún así siguen bajo los bombardeos. No tienen ningún sitio donde ir", alertó Bachelet, quien teme que el balance de víctimas aumente si las partes enfrentadas no toman medidas.
Bachelet reclamó el cese inmediato de hostilidades, así como corredores humanitarios para que los civiles puedan escapar con seguridad de las zonas en conflicto y las organizaciones puedan repartir la ayuda.
La Alta Comisionada se declaró "alarmada" por el "fracaso de la diplomacia", que "debería anteponer la protección de los civiles a cualquier victoria política y militar".