Archie Edwards nació el 1° de diciembre en el Hospital General de Burnley en Lancashire (Inglaterra) y, desde ese momento, superó varias pruebas que pusieron en grave peligro su vida.
Nació sin latidos y con coronavirus. Actualmente, tras haber contraído sepsis y Escherichia coli, evoluciona positivamente.
Archie Edwards nació el 1° de diciembre en el Hospital General de Burnley en Lancashire (Inglaterra) y, desde ese momento, superó varias pruebas que pusieron en grave peligro su vida.
El pequeño, hijo de Sheree Murray y Robert Edwards, nació a las 25 semanas de gestación sin latidos y con 765 gramos de peso. De esta manera, el bebé estuvo “muerto” durante 40 minutos, cuando los médicos lograron resucitarlo.
Por otra parte, Archie había nacido con coronavirus, lo que provocó que sus defensas estuvieran muy bajas.
El pequeño pasó 5 semanas intubado y finalmente logró vencer al COVID-19; sin embargo, las cosas volvían a complicarse ya que le fue diagnosticada una fuerte sepsis que también hizo que contrajera la bacteria Escherichia coli.
Actualmente, Archie se encuentra hospitalizado pero los médicos esperan que su evolución siga siendo positiva para poder darlo de alta.