El Litoral
El líder de Fuerza Italia (FI), Silvio Berlusconi, volvió a impulsar al actual presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, como su candidato para ser el próximo primer ministro del país en caso de que la centroderecha gane las elecciones del 4 de marzo.
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Télam
"Sería extraordinario que Tajani sea el premier, porque es un italiano que preside la asamblea europea, el único órgano continental electo por los ciudadanos", lanzó Berlusconi, en referencia al cofundador de FI en 1994.
Con Berlusconi imposibilitado de ser candidato hasta 2019 por una condena por fraude fiscal, la coalición de centroderecha que integra FI aún no definió quién será su candidato a primer ministro en caso de lograr al menos el 40% de las 630 bancas que se renuevan en DIputados y las 315 del Senado, el piso mínimo que exige la ley electoral para formar gobierno.
Así, mientras Berlusconi insiste en que sea el político de 64 años que desde enero de 2017 preside el Parlamento Europeo, su socio y referente de la Liga Norte, Matteo Salvini, aspira a convertirse en el próxmo premier si su fuerza logra más votos que la de "Il Cavaliere".
Berlusconi, por su parte, ya anticipó que su intención es que el primer ministro sea de FI y auguró que Salvini puede ser "ministro del Interior".
Salvini y Berlusconi han endurecido en las últimas semanas de campaña sus posiciones anti inimgración y contra el Islam, en una escalada xenófoba que les permitió incluso ampliar la distancia que según las encuestas mantienen con el resto de las fuerzas.
De todos modos, según los sondeos de Ipsos, PIépoli y Demos dados a conocer el viernes pasado, último día de la veda de encuestas, la gran incógnita es si la centroderecha alcanzará el piso del 40% que la ley electoral "Rosatellum bis" exige para que el presidente Sergio Mattarella encargue la fomación de un nuevo gobierno.
De todos modos, durante su aprticipación en el programa de la RAI "Che tempo che fa", Berlusconi ratificó su idea de "volver a votar" si ninguna fuerza llega al 40% el 4 de marzo, ya que consideró que "Italia no está preprada para un gobierno de gran coalición" como en el modelo alemán.