El presidente Joe Biden aseguró este viernes que la recuperación económica de Estados Unidos será "duradera" tras el golpe por la pandemia, pese a la desaceleración de la creación de empleo en agosto, atribuida al impacto de la variante Delta del coronavirus.
"Lo que estamos viendo es una recuperación económica que es duradera y fuerte", dijo el mandatario en un discurso desde la Casa Blanca. "El plan Biden está funcionando", añadió. El mandatario, que negocia la aprobación en el Congreso de dos proyectos de ley de gastos masivos, señaló que sacó al país de la "caída libre económica", aunque admitió que hay "mucho más trabajo por hacer".
El ritmo de creación de empleo en Estados Unidos cayó fuertemente en agosto: solo se crearon 235.000 puestos de trabajo, tres veces menos de lo esperado por los economistas. Por otro lado, Biden reiteró sus críticas a la ley de Texas que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo, incluso en casos de violación e incesto, y que esta semana la Corte Suprema de negó a bloquear, tal como pidieron varias organizaciones de derechos civiles.
Tenés que leerBiden sobre Afganistán: "Teníamos dos opciones: quedarnos o escalar"El mandatario denunció la naturaleza "perniciosa" de la normativa que alienta a delatar, a cambio de recompensas, a organizaciones o personas que ayuden a las mujeres a interrumpir su embarazo. "Lo más pernicioso de esta ley de Texas es que crea una especie de autoproclamado sistema de justicieros, en el que la gente busca recompensas", dijo el demócrata. "Suena ridículo, casi antiestadounidense", señaló.
El Presidente agregó que había pedido a su administración que examinara los medios legales para contrarrestar la nueva norma de Texas. La ley adoptada en el vasto estado del sur prohíbe el aborto tan pronto como se detecten los latidos del corazón del embrión, alrededor de las seis semanas de gestación, cuando la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Solo se habilita una excepción: en caso de emergencia médica.
Doce estados aprobaron leyes similares, pero todas fueron derogadas en los tribunales, mientras que en el caso de Texas la Corte Suprema Federal se negó a bloquearla. La ley texana también destaca además porque afirma que no corresponde a las autoridades hacer cumplir la medida, sino a los ciudadanos, animados a presentar una demanda civil contra organizaciones o personas que ayuden a las mujeres a abortar. El texto establece que esas personas recibirán al menos 10.000 dólares de "indemnización" en caso de condena de los denunciados, una "prima a la delación", según sus críticos.