En una clara señal de cuál será su prioridad cuando asuma, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, inició hoy la transición nombrando a un comité de científicos que encabezará la lucha de su Gobierno contra el coronavirus, aun cuando el presidente Donald Trump se niega a aceptar su derrota.
Junto a la vicepresidenta electa, Kamala Harris, Biden encabezó una reunión pública en la que presentó a su equipo de científicos y expertos, que se conectaron de manera virtual y comenzaron a plantear su evaluación de la situación epidemiológica y las medidas a tomar, mientras el presidente electo anotaba.
"Por favor, les imploro, usen un tapaboca...Háganlo por ustedes. Háganlo por su vecino. Un tapaboca no es un gesto político sino una buena manera de comenzar a unir al país", aseguró al concluir la reunión en Delaware, citado por la agencia de noticias AFP, y agregó: "El propósito del tapabocas no es hacerles la vida menos cómoda o quitarles algo".
El comité asesor está compuesto, entre otros, por el epidemiólogo y excomisionado de la agencia federal de medicamentos (FDA) David Kessler, el ex responsable de Salud Pública Vivek Murthy, la profesora de salud pública de la Universidad de Yale Marcella Nunez-Smith, y Rick Bright, un experto en vacunas y exfuncionario que rechazó públicamente las presiones del Gobierno de Trump para autorizar el uso de hidroxicloroquina, una droga para la malaria impulsada sin evidencias para el coronavirus por el mandatario.
El anuncio de Biden, que tras varios días de incertidumbre festejó la victoria electoral el sábado pasado, coincidió con dos noticias importantes en cuanto a la pandemia y que confirman que se trata de uno de los temas más importantes en este momento en la agenda política de Estados Unidos.
Primero, las empresas Pfizer y BioNTech anunciaron que los resultados preliminares de la Fase 3 de la vacuna que desarrollan hace meses es efectiva en un 90% de los pacientes en los que fue probada.
La noticia de las farmacéuticas, sumada a la victoria de Biden anunciada por los medios durante el fin de semana, devolvieron una sensación de optimismo en los mercados que registraron importantes alzas en Estados Unidos y Europa.
Además, tanto Trump como Biden celebraron la noticia, pero ante de las autocongratulaciones del Gobierno estadounidense, Pfizer aclaró que su potencial vacuna no es parte de la iniciativa público-privada que lanzó el Estado norteamericano para garantizarse la distribución inmediata.
La segunda noticia no generó optimismo. Por el contrario, confirmó la tendencia preocupante en el país que vienen advirtieron los especialistas.
Los casos de coronavirus en Estados Unidos superaron los 10 millones y los muertos los 237.700 en medio del tercer pico de contagios en la primera ola de la pandemia, según informó la Universidad Johns Hopkins.
Hace varios días que el país más golpeado del mundo por la pandemia ya registra más de 100.000 casos diarios y, según advirtió hoy el principal epidemiólogo del Gobierno federal, Anthony Fauci, "la situación no es buena".
"Nos preparamos para mucho dolor. La situación no es buena. Todas las estrellas están alineadas de la peor manera mientras avanzamos hacia el otoño y el invierno, cuando las personas se concentrarán en lugares cerrados. No podríamos estar peor posicionados", alertó Fauci en diálogo con el diario The Washington Post.
Pese a este contexto, el presidente Trump sigue sin mostrarse preocupado por la pandemia y se mantiene concentrado en sus denuncias de fraude electoral, que a casi una semana de las elecciones solo tuvieron eco en un sector muy pequeño de su partido y hasta de su Gobierno.
Desde su Twitter, denunció que "Nevada se está convirtiendo en una alcantarilla con votos falsos", aseguró que ganará en Georgia y sostuvo que las boletas observadas por cuestiones de la identificación del votante "son muchas más que las que se habían anticipado originalmente".
Nevada y Georgia son dos de los estados que terminaron definiendo la elección y donde la diferencia fue pequeña. Además, son dos de los estados donde la campaña de Trump denunció ante la Justicia el proceso del escrutinio, por ahora, sin ningún resultado a su favor.
En medio de estos tuits, uno de los asesores de Trump, Jason Miller, le dijo al canal de noticias Fox que "admitir la derrota ni siquiera está en su vocabulario ahora mismo".
"Vamos a seguir exponiendo e investigando todos estos casos de fraude y abuso para garantizar que los estadounidenses pueden confiar plenamente en los resultados de estas elecciones", prometió, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Mientras algunos medios pronostican que Trump podría comenzar a encabezar actos en todo el país para mantener vivo su reclamo de nuevos recuentos y la impugnación de miles de boletas, Biden parece haber dejado atrás el traje de candidato y ya se concentra en empezar a moldear su futuro Gobierno.