La mayor economía a nivel mundial se contrajo 3,5% el año pasado, en su peor comportamiento desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó hoy una ley aprobada por el Congreso para poner en marcha un gigantesco plan de estímulo económico por 1,9 billón de dólares en un país azotado por la pandemia de coronavirus, antes de pronunciar su primer discurso en horario estelar desde que asumió el cargo, hace menos de dos meses.
La mayor economía a nivel mundial se contrajo 3,5% el año pasado, en su peor comportamiento desde la Segunda Guerra Mundial.
Más tarde, el presidente demócrata usará su primera alocución en horario estelar -a las 20 locales (las 22 en la Argentina)- para recordar los "sacrificios" hechos por los estadounidenses y destacar los progresos en la vacunación contra el coronavirus, en un discurso a la Nación que tendrá lugar exactamente un año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia.
Pese a la oposición en el bloque republicano, que denunció gastos excesivos, los demócratas, que controlan el Congreso, sancionaron ayer el plan de 1,9 billones de dólares.
Gracias a la luz verde del Congreso, millones de estadounidenses recibirán cheques de ayuda directa por un monto global de unos 400.000 millones de dólares.
El plan extiende además hasta septiembre ayudas excepcionales por desempleo que expiraban el 14 de marzo.
Y dedica 126.000 millones de dólares a escuelas, desde preescolares a liceos, para apoyar su reapertura pese a la pandemia, así como 350.000 millones para estados y gobiernos locales.
Además, en medio de una campaña de vacunación a toda máquina, la Casa Blanca anunció que quiere comprar 100 millones de dosis adicionales a Johnson & Johnson, lo que duplicaría la cantidad ordenada por Estados Unidos a esta empresa farmacéutica.
El país ya realizó pedidos para recibir hasta fin de mayo las dosis necesarias para vacunar a la totalidad de los adultos estadounidenses, gracias a otras dos vacunas autorizadas -la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna-, de las que el gobierno estadounidense ha ordenado 300 millones de dosis de cada una.
En un vídeo titulado "Depende de ti", los expresidentes Jimmy Carter, George W. Bush, Bill Clinton y Barack Obama pidieron el jueves por la mañana que todos los estadounidenses se vacunen.
Entre anécdotas personales (Bush sueña con un "estadio lleno" para animar a los Texas Rangers), los cuatro hombres animaron a sus compatriotas a superar cualquier reticencia.
El único que falta en esta iniciativa, que reúne a todos los expresidentes vivos, es el republicano Donald Trump.
Desde su club de Mar-a-Lago, en Florida, intentó ponerse nuevamente bajo los reflectores ayer.
"Espero que todos los estadounidenses recuerden, mientras reciben la vacuna contra el covid-19, que si yo no hubiera sido presidente, no estarían recibiendo esa magnífica inyección sino en cinco años, como muy pronto", escribió en un breve comunicado.
"Yo espero que todo el mundo se acuerde", agregó Trump, quien pese a su derrota al final de su primer mandato, no descarta presentarse nuevamente como candidato en 2024.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo hoy que el plan de estímulo promulgado por Biden podría impulsar de forma considerable la economía global, pero que existen riesgos de una suba de tasas de interés e inflación.
"Vemos repercusiones potencialmente significativas para el crecimiento global", indicó en una conferencia de prensa virtual el portavoz del FMI, Gerry Rice.
La mayoría de los países deberían beneficiarse de "una demanda estadounidense más sólida", añadió.
Para la economía estadounidense, el FMI calculó en enero expansión de 5,1% del PIB en 2021.
La entidad va a actualizar sus previsiones sobre la economía global el 6 de abril, al comienzo de su reunión semestral, en un informe en el que probablemente sus pronósticos van a ser revisados al alza.