El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este sábado el genocidio armenio y tensa la relación con Turquía, que se niega a definir así a la matanza de 1,5 millones de armenios por parte del Imperio Otomano en 1915.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció este sábado el genocidio armenio y tensa la relación con Turquía, que se niega a definir así a la matanza de 1,5 millones de armenios por parte del Imperio Otomano en 1915.
A través de un comunicado en el marco del aniversario número 106 del inicio de esa masacre, el líder de la Casa Blanca se convirtió en el primer mandatario de la potencia norteamericana que reconoce formalmente lo ocurrido como "genocidio", algo que sus predecesores habían evitado para no poner en riesgo la crucial alianza con Turquía.
"Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el Genocidio Armenio de la época otomana y nos comprometemos de nuevo a evitar que esta atrocidad vuelva a ocurrir", comienza el texto difundido por el Gobierno estadounidense.
En el comunicado, la Casa Blanca recordó que la masacre comenzó el 24 de abril de 1915 "con el arresto de intelectuales armenios y líderes de la comunidad por parte de las autoridades otomanas".
"Un millón y medio de armenios fueron deportados, masacrados o empujados a la muerte en una campaña de exterminio. Honramos a las víctimas de Meds Yeghern para que los horrores de lo sucedido nunca se pierdan en la historia. Y recordamos para estar siempre alerta contra la influencia corrosiva del odio en todas sus formas", declaró Biden.
Y añadió: "De los que sobrevivieron, la mayoría se vieron obligados a buscar nuevos hogares y nuevas vidas en todo el mundo, incluso en los Estados Unidos. Con fuerza y resistencia, el pueblo armenio sobrevivió y reconstruyó su comunidad. A lo largo de las décadas, los inmigrantes armenios han enriquecido a Estados Unidos de innumerables formas, pero nunca han olvidado la trágica historia que trajo a tantos de sus antepasados a nuestras costas. Honramos su historia. Vemos ese dolor. Afirmamos la historia. Hacemos esto no para culpar, sino para asegurarnos de que lo sucedido nunca se repita".
En su histórico mensaje, el presidente de Estados Unidos pidió poner los ojos "hacia el futuro, hacia el mundo que se desea construir para los hijos".
"Un mundo no manchado por los males cotidianos del fanatismo y la intolerancia, donde se respetan los derechos humanos y donde todas las personas pueden llevar su vida con dignidad y seguridad. Renovemos nuestra determinación compartida de evitar que se produzcan atrocidades en el futuro en cualquier parte del mundo. Y busquemos la curación y la reconciliación para todas las personas del mundo. El pueblo estadounidense honra a todos los armenios que murieron en el genocidio que comenzó hoy hace 106 años", finalizó el mandatario.
El pasado viernes Biden había llamado al mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, para anticiparle su decisión de reconocer el Genocidio armenio.
Tras el comunicado de la Casa Blanca, distintas autoridades de Turquía cuestionaron la medida, a la que tildaron de "populista".
El canciller turco, Mevlüt Çavuşoğlu, afirmó que "las palabras no pueden cambiar o rescribir la historia" y advirtió que "el oportunismo político es la mayor traición a la paz y la justicia".
Minutos después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía rechazó el comunicado y afirmó que fue hecho "bajo la presión de círculos armenios radicales y grupos anti-Turquía", a la vez que consideró que "los hechos de 1915 no cumplen con las condiciones requeridas para el uso del término `genocidio´ como estrictamente lo definen las leyes internacionales".
Por su parte, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, celebró el reconocimiento de Estados Unidos al genocidio y señaló que la potencia norteamericana "una vez más demostró su inquebrantable compromiso de proteger los derechos humanos y los valores universales".
Con información de NA