Los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) consiguieron este sábado el inesperado compromiso de la junta militar birmana de dar fin a la represión tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
Los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) consiguieron este sábado el inesperado compromiso de la junta militar birmana de dar fin a la represión tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
En un comunicado consensuado tras una reunión sobre la crisis birmana celebrada en Yakarta, los miembros del bloque, incluido Birmania, acordaron cinco puntos entre los que se encuentra "un cese inmediato de la violencia" y "un dialogo constructivo entre todas las partes para buscar una solución pacífica", con la mediación de la Asean.
El plan "supera nuestras expectativas", dijo a periodistas el primer ministro de Malasia, Muhyiddin Yassin, después de la cita.
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La cumbre, la primera cita internacional centrada en resolver la grave situación en Birmania, se celebró a puerta cerrada durante casi tres horas y contó con la polémica presencia del líder del la junta militar birmana, el general golpista Min Aung Hlaing.
"El desarrollo de la situación en Birmania es algo inaceptable y no debe continuar. Se debe poner fin a la violencia y restablecer inmediatamente la democracia, la estabilidad y la paz en Myanmar", había asegurado el presidente de Indonesia, Joko Widodo.
Por su parte, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, recalcó tras la reunión que los países de la Asean tienen la obligación de garantizar la paz y la estabilidad en la región. "El silencio y la inacción dañarían la centralidad, la credibilidad y la relevancia de la Asean", dijo Lee.