En un comunicado dirigido a la comunidad internacional, la cancillería acusó al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, de intentar desestabilizar el país y de bloquear la cooperación extranjera destinada a la lucha contra el Covid-19, desde su refugio en Argentina, con la complicidad de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela.
“El Sr. Morales, con la complicidad del régimen de Nicolás Maduro, ha recrudecido su campaña internacional de desinformación y de difusión de noticias falsas para tergiversar la lucha del pueblo boliviano por la recuperación de la democracia. Esto lo hace desde su asilo o refugio, otorgado por el gobierno argentino, el cual soslaya las normas internacionales del asilo y del refugio, tolerando declaraciones incendiarias y hasta amenazas de convocatoria a milicias irregulares armadas” resalta el comunicado.
Además, expresa que “sectores afines al Sr. Morales intentan desestabilizar al país, causar caos y profundizar la crisis sanitaria, llegando inclusive a negar la existencia misma de la enfermedad, lo cual a su vez es aprovechado por el narcotráfico y la delincuencia organizada”.
El comunicado también acusa a Morales y sus aliados de haber “convocado a los extremistas resguardados en las instituciones bajo su control para agudizar ese bloqueo político y administrativo”, mencionado el caso de la tardanza en ratificar los ascensos en las Fuerzas Armadas y la aprobación de la Ley de Estados de Excepción.
La cancillería boliviana destacó que “al mismo tiempo, la Asamblea Legislativa Plurinacional, controlada por el Sr. Morales, bloquea la cooperación financiera internacional para la lucha contra la pandemia y la recuperación económica. Esto es un inescrupuloso atentado contra la salud y la vida de los bolivianos”.
De esa manera, el gobierno de facto de Bolivia al mando de Áñez solicitó a la comunidad internacional que realice “un riguroso rechazo y condena a los violentos actores del narcoterrorismo”.