Mientras tanto, varios partidos de oposición se muestran incapaces de unirse pero reivindican que ganaron cuatro gobernaciones y retuvieron las alcadías de las principales ciudades del país.
A pesar del lento escrutinio, las elecciones regionales y municipales de Bolivia del último domingo ya configuran un mapa en el que el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) se consolida como único partido nacional, que ganó por ahora la gobernación de Cochabamba y compite con pronóstico reservado en los balotajes de otros cuatro departamentos.
Mientras tanto, varios partidos de oposición se muestran incapaces de unirse pero reivindican que ganaron cuatro gobernaciones y retuvieron las alcadías de las principales ciudades del país.
El conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es mucho más lento en los distritos más significativos del país, por lo que algunas tendencias pueden variar con el paso de las horas.
El Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos, tal el nombre completo del MAS, se imponía con amplitud en Cochabamba, donde, con el 16,28% de los votos escrutados, su candidato, Humberto Bachez Sánchez, sumaba el 46,4% de los sufragios, seguido por Henrry Antonio Paredes, de Súmate, con el 34,5%. De mantenerse esta tendencia, el masista sería gobernador electo en primera vuelta.
En la cabecera de la llamada medialuna productiva de Bolivia, Santa Cruz, con apenas el 21,1% de los votos escrutados, se perfilaba hoy como claro ganador el opositor Luis Fernando Camacho (Creemos), con el 66,2% de los sufragios, seguido de lejos, con el 29,1% de los votos, por Mario Cronembold Aponte.
La victoria opositora en Santa Cruz no es novedad, de hecho Rubén Costas gobierna desde hace 15 años, pero la victoria de Camacho, expresidente del Comité Cívico de Santa Cruz y uno de los acusados impulsar el golpe de estado contra Evo Morales en 2019, significa un pase de un gobierno neoliberal a uno populista de derecha.
En Beni, también dentro de la medialuna productiva, con el 21,69% escrutado, el canditado del Movimiento Tercer Sistema (MTS), José Alejandro Unzueta, era el virtual gobernador electo con el 51,7% de los votos, seguido de muy lejos por Alez Ferrier (MAS), con el 15,1%, y por la expresidenta de facto Jeanine Áñez, con un escueto 13,4%.
En Chuquisaca, con el 51,4% escrutado, el candidato de Chuquisaca Somos Todos (CST), Damián Condori Herrera, sumaba el 50,6 de los votos, seguido por Juan Carlos León Rodas, de Tenemos la Fuerza, con el 32,2%.
El Partido Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), con el 27,45% escrutado, se perfilaba como ganador en el estratégico departamento de Potosí, donde se produce petróleo y gas, con el 42,2% de los votos, seguido por el masista Jhonny Mamani, con el 23,2%.
Los departamentos en los que habrá segunda vuelta electoral son cuatro: La Paz, Oruro, Pando y Tarija.
En La Paz, el candidato de la alianza Por el Bien Común Somos Pueblo (PBCSP), Rafael Quispe, se imponía ajustadamente con un 37,5% al masista Franklin Flores, que sumaba el 34,9% cuando solo se había escrutado el 13.37% de los sufragios.
En Oruro, con el 19% escrutado, el candidato del MAS, Joinnhy Vedia (37,8%) puede competir en segunda vuelta con Josefina Pinaya, que sumaba el 19,5% como candidata de Un Sol para Oruro, aunque seguida de muy cerca por Edgar Sánchez Aguirre, de Bolivia Somos Todos, con el 16,8%.
En Pando, con el 34,73% escrutado, irán a la segunda vuelta Regis Germán Richter (MTS), que sumaba 42,7% de los votos, y el candidato del MAS, Miguel Becerra, que reunía el 38,9% de los sufragios.
Tarija, con el 24,51% escrutado, anota para la segunda vuelta electoral a los candidatos Oscar Montes, de Unidos por Tarija, que sumaba el 42,9% de los votos, y al candiato del MAS, Álvaro Ruiz García, que obtenía el 35,1%.
En el rubro de alcaldías es donde a pesar de que el MAS tiene asegurada una amplia ventaja, la oposición puede reivindicar que ganó en las principales ciudades del pais.
En Santa Cruz, con el 49,06% escrutado, se imponía el candidato de Comunidad Ciudadana-Autonomías por Bolivia (C-A), José Áñez Sánchez, con el 36,1% de los votos, pero seguido de cerca por Max Fermández, de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), con el 35,1%. Los alcaldes se eligen por mayoría simple.
En Cochabamba, con el 45,43% escrutado, el vitrual alcalde electo era el excapítán del Ejército Manfred Reyes Villa, de Súmate, con un amplísimo 55,9% de los votos, que al igual que Camacho en Santa Cruz es un paso hacia un gobierno comunal enfocado hacia un populismo de derecha.
En La Paz, escrutado el 42.9%, se imponía con comodidad Iván Arias, del PBCSP y exministro del gobierno de facto de Áñez, con el 51% de los votos, seguido de lejos, con el 36,%, por César Dockweiler, quizá la apuesta electoral más fuerte que hizo el MAS para estos comicios.
La otra ciudad en la que el gobierno boliviano recibió un duro revés fue en El Alto, donde se impuso de manera inapelable la expresidenta del Senado Eva Copa.
Copa fue una de las voces del MAS durante el gobierno de facto de Áñez, pero no siempre en sintonía con lo que se elucubraba en Buenos Aires, donde estaban Morales y los principales dirigentes masistas.
A la hora de elegir candidaturas cayeron sobre ella acusaciones internas en las que hasta se llegó a hablar de "colaboracionismo".
Copa rompió con el MAS y se postuló para alcaldesa de El Alto por el movimiento Jallalla, con el que, escrutados el 28,11%, se imponía con el 68,7% de los votos sobre el masista Zacarías Maquera, que reunía el 19,1% de los sufragios.