Martes 7.7.2020
/Última actualización 15:31
Un féretro vacío a las puertas de la Alcaldía mostró este lunes el malestar de vecinos de un municipio de Bolivia que salieron a protestar llevando a cuestas el ataúd, que simbolizaba a los muertos por COVID-19 que hasta ahora no pueden ser enterrados o cremados, exigiendo a las autoridades fosas comunes.
Una decena de representantes de barrios del municipio de Tiquipaya, en el departamento central de Cochabamba, protestaron en la puerta de la Alcaldía exigiendo un centro de aislamiento y fosas comunes para los fallecidos.
Los manifestantes instalaron un féretro de madera al frente de la puerta de la sede municipal y acomodaron una bolsa negra en una acera de la calle, en representación de la dramática escena que se repite desde hace días en la región con fallecidos por COVID-19 en las calles.
DIEGO CARTAGENA Restos de una víctima de COVID-19 que murió hace una semana y sus familiares dejaron en la calle por no poder enterrarla, en Cochabamba.“Hay muchos vecinos que han fallecido con este mal que lamentablemente han tenido que peregrinar y hoy día hay otros que siguen peregrinando buscando un centro de salud donde atenderse”, expresó el representante de vecinos Joab Mendoza.
La protesta exigía que fueran atendidos por alguna autoridad para que sus peticiones sean escuchadas, pero no lograron su cometido.
El municipio de Tiquipaya es catalogado como de alto riesgo, de acuerdo con el último informe semanal que saca el Ministerio de Salud de Bolivia.
El departamento de Cochabamba es uno de los más golpeados por la pandemia en el país, que reporta 282 decesos y 4.199 contagios de los 1.434 fallecidos y 39.297 casos confirmados en toda Bolivia.
El fin de semana se reportaron casos de féretros y cadáveres que fueron dejados en medio de la calle en la capital departamental del mismo nombre, para llamar la atención del drama que conlleva esperar días con un fallecido en casa sin que la familia pueda enterrarlo, ante la saturación del cementerio y del crematorio de la ciudad, que recibe los cuerpos de otros municipios.
A pesar de esta situación, las autoridades del Gobierno nacional señalaron que sí hay espacio suficiente en ese cementerio para enterrar a los fallecidos y manifestaron que no está colapsado.
El responsable de vigilancia epidemiológica del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Cochabamba, Rubén Castillo, indicó que las familias de al menos 180 difuntos esperan los resultados de la prueba COVID-19 para determinar si la padecían o no.