Camioneros ultraderechistas que piden el cierre del Supremo Tribunal Federal (STF), la Corte Suprema de Brasil, mantienen bloqueadas tres rutas en el estado sureño de Santa Catarina, fronterizo con la provincia de Misiones. Esto ocurre, se informó, pese a que el presidente Jair Bolsonaro dio un paso atrás en sus amenazas contra la justicia que lo investiga y hasta les pidió a sus seguidores que "no pretendan inmediatez" para resolver "la basura de años".
Según la Policía Federal Caminera, se registran tres bloqueos de camiones en rutas provinciales del interior de Santa Catarina. En ese contexto, el Ministerio de Infraestructura asegura que los cortes "perdieron fuerza" y que "no hay piquetes en las carreteras nacionales". Sin embargo, dicha cartera ministerial dio cuenta de tres protestas menores en Rio Grande do Sul, fronterizo con las provincias de Corrientes y Misiones, Santa Catarina y en la amazónica Rondonia.
Bolsonaro pareció enviarle a esos seguidores un mensaje, durante un breve discurso que dio a las puertas del Palacio de La Alborada, en el que explicó que "no se echó para atrás", sino que "hay procesos que van lento". El titular del ejecutivo brasileño ya había pedido a los camioneros deponer la actitud para no generar desabastecimiento y causar aún más ajustes en el precio de los combustibles.
Con ese pedido, el mandatario decepcionó a parte de sus bases -sobre todo a camioneros autónomos y a empresas ruralistas de transporte de granos-, que consideraron que cedió en sus posiciones. El jueves, a cuarenta y ocho horas de amenazar con un golpe de Estado, Bolsonaro remarcó en una carta pública que respetará las decisiones del juez Alexandre de Moraes, del STF.
El martes último, ante una multitud en San Pablo, Bolsonaro había dicho que iba a desobedecer a de Moraes, pero quedó tan aislado ante los poderes del Estado que debió escribir una carta rectificadora de su posición, lo que dejó a sus partidarios defraudados. Ahora volvió a cuestionar a sus seguidores más extremos, a quienes pidió paciencia y que no busquen "la inmediatez" para resolver "la basura" que arrastra el país desde "hace treinta o cuarenta años".
"Aquí cada uno dice lo que quiere. Los tipos no han leído la carta y se quejan. Léanla, que es cortita y se entiende bien", manifestó el presidente brasileño sobre la nota de anteayer. Igualmente elogió al referido sector, al afirmar "el trabajo de ustedes ha sido excepcional", al punto que "la imagen está en todo el mundo", pero volvió a la idea de manejar los tiempos. "Si uno se enamora y se casa en una semana, ese matrimonio va a salir mal", ironizó en tal sentido.
"Algunos quieren que uno vaya allí y masacre a todos. Hoy en día no hay un país aislado; todos están integrados en el mundo", dijo Bolsonaro, según el sitio del Folha de San Pablo, que detalló que el ex presidente Michel Temer no solo fue consultado sobre el momento -algo que se supo enseguida-, sino que participó en la redacción de la nota del mandatario
Ante la pregunta de un seguidor sobre detalles de su intercambio con Temer, dijo que "hay cosas que no pueden contarse" y que a muchos les queda "confiar o no confiar". "Podría cometer errores algún día. Hasta ahora no he cometido errores", agregó.