La polarización para los comicios del 2 de octubre entre el presidente Jair Bolsonaro y el líder opositor y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva ha dado también espacio a sus compañeras de vida, Michelle Firmo y Rosángela Janja da Silva, que también disputan con su activismo paralelo dos concepciones de mundo que están en juego en esta campaña electoral en Brasil, sobre todo en el electorado femenino.
Ambas campañas han decidido apostar a las damas para capturar votos por afuera de la "burbuja" ideológica y partidaria que representan tanto Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), como Bolsonaro, ultraderechista del Partido Liberal (PL).
Habrá que esperar hasta el próximo mes si mantienen sus precandidaturas la senadora Simone Tebet, del Movimiento de la Democracia Brasileña (MDB), con 1% de intención de voto en las encuestas, y la trokskista Vera Lúcia Pereira, del minúsculo Partido Socialista de Trabajadores Unificado (PSTU).
Costado "blando"
La socióloga Rosángela da Silva, conocida como Janja, se casará este miércoles en San Pablo con Lula, con quien comenzó un noviazgo en 2017, cuando el líder del PT, dos veces viudo, cumplía los 580 días de condena a prisión en la ciudad de Curitiba, donde ella lo visitaba.
La irrupción de la primera dama y de Janja en la campaña es un hecho, sobre todo, según los analistas, para "ablandar" la imagen de los candidatos, en una elección donde es probable que no existan mujeres candidatas.
Ambos se conocen desde la década de 2000 debido a que ella militó en el PT. El nacimiento de este amor, según contó el propio Lula, surgió en la prisión. Janja, paulista que vivía en Curitiba, era una de las organizadoras de la vigilia Lula Libre en la puerta de la Policía Federal adonde el expresidente cumplió una condena de 580 días por corrupción que fue anulada por "lawfare" por la corte suprema.
La nueva relación con Janja le abrió a Lula una vida menos expuesta a la llamada 'rosca' política y más cultural, más cercana al arte en general y a los artistas populares brasileños en particular, según cuentan allegados a Lula que están entre los 220 invitados al casamiento. También incorporó Lula conceptos del ala más feminista del PT al que pertenece Janja.
Perfil "divino"
Michelle Firmo Reinaldo, una militante evangélica de 40 años, 27 menos que su esposo, el presidente Bolsonaro, ha levantado el perfil de primera dama en las últimas semanas, incorporada a la campaña a la reelección de su marido: participó de cultos cristianos dentro del Congreso, salió en cadena nacional en el Día de la Madre y viajará esta semana a Israel para recibir un bautismo especial en el río Jordán al lado de pastores y pastoras bolsonaristas.
Entre los evangelistas, el excapitán del Ejército Bolsonaro vence 42% a 30% al exmetalúrgico. Es por eso que el último 4 de mayo, Michelle Bolsonaro, que con el presidente tiene una hija de 11 años llamada Laura, lideró un culto dentro de una comisión de la Cámara de Diputados con el influyente Frente Evangélico Parlamentario, con el siguiente discurso, arrodillada y con un tono usual entre las pastoras: "Tu eres el poderoso, para curar nuestra nación, Jesús. Que exista un renacimiento del Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Extiende, padre, tus manos sobre nuestra amada nación".
El domingo 8 de mayo, Día de la Madre en Brasil, el gobierno llevó a una inédita cadena nacional de cinco minutos a la primera dama al lado de la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Cristiane Britto, para destacar las políticas públicas hacia las mujeres y a las madres más pobres.
"Ser madre es la más divina de las responsabilidades", dijo Michelle, quien deseó un feliz día a "todas las madres heroínas" de Brasil, una acción que le valió una denuncia ante la justicia electoral por parte del PT por considerarla propaganda electoral anticipada usando la estructura del Estado.