El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró al frente de la Casa Civil -una suerte de jefatura de gabinete brasilero- al senador Ciro Nogueira, líder de un bloque de formaciones de derecha y centroderecha que representan a un 60 por ciento de los diputados.
De esta manera Bolsonaro busca afianzar su base de respaldo en momentos de caída en las encuestas. "Acabo de aceptar la honorable invitación del presidente Jair Bolsonaro para asumir la Casa Civil informó Nogueira a través de Twitter tras una reunión con el mandatario en Brasilia. Nogueira sustituirá a Luiz Eduardo Ramos, general de la reserva del Ejército, de donde proceden alrededor de un tercio de los ministros de Bolsonaro, quien es a su vez capitán retirado.
Nogueira, quien se enfrenta a varios procesos judiciales por sospechas de corrupción, es presidente del derechista Partido Progresista (PP) y es uno de los líderes más influyentes del llamado "centrao", un grupo que reúne varias formaciones conservadoras que controlan el Parlamento y a las que Bolsonaro ha intentado aproximarse a medida que su popularidad sigue cayendo.
Nogueira deberá mejorar la difícil articulación entre el Ejecutivo y el Congreso, y alejar la posibilidad de un juicio político con fines de destitución contra Bolsonaro. El "centrao" se caracteriza por negociar votos a cambio de inversiones en sus estados y apoyan o derrocan presidentes según su conveniencia. Ello ocurrió con la mandataria de izquierda Dilma Rousseff (2011-2016), de quien muchos de ellos fueron aliados antes de votar su destitución.
Nogueira es objeto de dos denuncias penales presentadas por la Fiscalía, en casos relacionados con la Operación Lava Jato, que destapó una enorme red corrupta que desviaba dinero de compañías públicas en beneficio de políticos y empresarios. Consultado sobre estos casos, y otros que aún no han derivado en denuncias por parte del Ministerio Público, Bolsonaro dijo el lunes que si Noguera "es juzgado y condenado, le apartaré de mi gobierno".