Un vocero de la Marina de Brasil confirmó a Télam que el desfile frente a la Explanada de los Ministerios se realizó desde las 8.30 y que formó parte de un ejercicio de rutina que este año, por primera vez, incluyó el centro del poder político del país.
A esa hora la comandancia de la Marina entregará formalmente a Bolsonaro una invitación para participar e los ensayos de guerra que se efectuarán seis días después en la Operación Formosa, la tradicional simulación de escenarios de combate que se realiza en el interior del estado Goiás, vecino al Distrito Federal de Brasilia.
Bolsonaro prepara un desfile inédito de blindados frente al Congreso, la corte y el Planalto y vehículos de las tres fuerzas armadas recorrieron más de 1.400 kilómetros desde Río de Janeiro hasta Brasilia.
"Serán entregadas las invitaciones para participar de la operación en el campo de instrucción de Formosa el presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Defensa, Walter Braga Neto", dice un comunicado de la Marina.
Estos ejercicios bélicos ocurren desde 1988 pero es la primera vez que esta caravana militar se presentará en la Explanada de los Ministerios y en la Plaza de los Tres Poderes, cuando habitualmente el trámite de invitación es apenas una formalidad de la Marina.
La demostración de fuerza inédita se producirá al mismo tiempo que el Congreso debe votar el cambio en el sistema electoral reclamado por Bolsonaro, que lo enfrentó con la justicia electoral y la corte.
El presidente comenzó a ser investigado por el STF por mentir sobre fraudes electorales, en una causa por diseminación de noticias falsas que atentan contra la democracia que lleva adelante el juez Alexandre de Moraes
Varios dirigentes bolsonaristas están procesados por haber promocionado un golpe de estado con la intervención de la corte.
La semana pasada, Bolsonaro dijo que podría violar la Constitución como respuesta a la causa abierta en su contra.
El presidente dijo la semana pasada que él es "respetado" por los militares y que las elecciones pueden ser un "fraude", aunque admitió que no tenía pruebas sobre sus denuncias.
Según analistas, Bolsonaro intenta dar una demostración de fuerza a los diputados que votarán en contra de su propuesta de cambiar la legislación electoral, que inicialmente cuenta con amplio rechazo en el parlamento, conforme el acuerdo entre los principales partidos de todas las tendencias.
El presidente, capitán retirado del Ejército, reivindica la dictadura militar brasileña que duró entre 1864 y 1985 y declaró su admiración por el coronel Carlos Brilhante Ustra, el más famoso de los torturadores de aquel régimen de facto.
El gobierno de Bolsonaro es el de más militares desde el fin de la dictadura, con 6.000 uniformados en funciones civiles.
La ceremonia de mañana fue cuestionada por al menos cuatro partidos opositores.
El Partido Socialismo y Libertad (PSOL) informó en Twitter que presentaría un recurso para impedir el desfile y añadió que el caso es "grave" y que Brasil "no va a aceptar intimidaciones golpistas".
El senador Randolfe Rodrigues, de Red de Sostenibilidad, escribió, también en Twitter: "¿Quiere intentar un golpe, señor Bolsonaro? Es el crimen que falta para que lo coloquemos en la cárcel."
El diputado Rogério Correia, del Partido de los Trabajadores (PT), afirmó en sus redes sociales: "Una más del prototipo de dictador. Mandó al Ejército desfilar con tanques en Brasilia mañana, día de votación del voto impreso. Quiere intimidar, pero para eso necesita al 'intimidado'. Es hora de que les mostremos que el poder emana del pueblo, no de las armas."
En tanto, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Marcelo Ramos, del Partido Liberal (PL), dijo que si es el desfile es un intento de intimidación "tendrán que aprender que un parlamento independiente y consciente de sus responsabilidades constitucionales es más fuerte que tanques en las calles".