Martes 11.5.2021
/Última actualización 18:41
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reivindicó la masacre perpetrada por la policía en la favela Jacarezino, de Río de Janeiro, que mató a 27 civiles en una operación contra el tráfico de drogas, el procedimiento más letal de la historia de la ciudad maravillosa que está bajo investigación de la corte suprema y provocó denuncias de violación de derechos humanos. Bolsonaro, cuyo terruño electoral original es Río de Janeiro, calificó a los 27 muertos en la operación como "criminales" y rindió "homenaje" al único policía fallecido en la operación, André Leonaro Mello. "Será recordado por su coraje así como todos los guerreros que arriesgan sus vidas en la misión diaria de proteger al ciudadano de bien", agregó el presidente.
"Al tratar como víctimas a los traficantes que roban, matan y destruyen familias, la prensa y la izquierda los igualan al ciudadano común, honesto, que respeta las leyes y al prójimo. Felicito a la policía de Rìo de Janeiro", dijo el ultraderechista ex capitán del Ejército en sus redes sociales.
Sin embargo, la operación tuvo "indicios de ejecución arbitraria", según el juez del Supremo Tribunal Federal Edson Fachin, quien ordenó a la fiscalía federal de la república abrir una investigación contra la Policía Civil (investigaciones) que el jueves perpetró la mayor matanza de personas en una operación antidrogas en una favela. La Defensoría del Pueblo de Río de Janeiro denunció que hubo ejecuciones y manipulación de la escena del crimen.
Jacarezinho, zona norte de Río y famosa porque allí se crió el senador y ex astro del fútbol Romario, está en el centro de las políticas de mano dura del gobernador Claudio Castro, un cantor gospel de la ultradrecha evangelista que es socio político del presidente Bolsonaro. Castro era vice de Wilson Witzel, un ex bolsonarista destituido del cargo por sobrefacturación en las compras de emergencia de los hospitales de campaña para pacientes con Covid-19.
En la misma línea, este lunes, el mandatario defendió que la población rural se arme "para evitar invasiones" en sus tierras, al hablar con sus seguidores al frente del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.