El jefe de la administración local pro-Moscú anunció que al menos seis personas murieron y otras seis resultaron heridas el jueves en un bombardeo ucraniano contra un mercado de Donetsk, feudo de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
La provincia es una de las dos que forman la región minera e industrial conocida como Donbass, donde más personas hablan ruso que ucraniano. La otra es la vecina Lugansk, que queda más al este y es fronteriza con Rusia.
El jefe de la administración local pro-Moscú anunció que al menos seis personas murieron y otras seis resultaron heridas el jueves en un bombardeo ucraniano contra un mercado de Donetsk, feudo de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
Medios divulgaron imágenes en las que se veía un colectivo calcinado y un cadáver en una vereda, entre cristales rotos.
Donetsk, de casi 1 millón de habitantes, es la capital de la provincia del mismo nombre, y desde 2014 está en manos de separatistas ucranianos que ese año se alzaron en armas contra el Gobierno de Kiev por considerar que los discrimina y les recorta derechos.
La provincia es una de las dos que forman la región minera e industrial conocida como Donbass, donde más personas hablan ruso que ucraniano. La otra es la vecina Lugansk, que queda más al este y es fronteriza con Rusia.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó en febrero pasado, más de 14.000 personas, según la ONU, murieron en el Donbass como resultado de una ofensiva lanzada por el Ejército ucraniano contra los separatistas.
La protección de los ciudadanos del Donbass de los ataques del Ejército ucraniano fue una de las justificaciones de Rusia para invadir Ucrania.
Antes de lanzar la ofensiva, Moscú reconoció la independencia de "repúblicas" proclamadas por los separatistas ucranianos en las partes de Lugansk y Donetsk que controlan.
Esos territorios, más otras dos provincias del sur de Ucrania contiguos a ellos y ocupadas por el Ejército ruso celebrarán desde mañana referendos de incorporación a Rusia.
En abril, el Ejército ruso, aliado con las milicias de los separatistas, inició una gran ofensiva en el Donbass por la cual estos últimos ampliaron las zonas bajo su control, que ahora abarcan virtualmente toda Lugansk y la mitad de Donetsk.
Las autoridades separatistas de Lugansk y Donetsk y las instaladas por Rusia en las provincias de Zaporiyia y Jerson dicen que los referendos de incorporación a Rusia son necesarios para defenderse de los ataques de Ucrania.