Las sospechas se han confirmado. La diputada federal brasileña Flordelis dos Santos, de 59 años, ha sido formalmente acusada este lunes de ordenar el asesinato de su marido, acribillado el año pasado en la casa de Río de Janeiro donde la pareja vivía junto a la mayoría de sus 55 hijos, cuatro biológicos y el resto adoptados. El crimen tiene todos los ingredientes para convertirse en una exitosa docuserie. La policía sostiene que la parlamentaria, que es también pastora evangélica, encargó a sus hijos que mataran al padre dentro de la lucha por el poder y el dinero en la Iglesia que fundaron juntos. Varios de los hijos también han sido arrestados.
Anderson do Carmo, de 42 años, recibió 30 balazos en el garaje de su casa tras llegar con su esposa de un evento religioso. Era junio de 2019. Ambos habían ofrecido hasta entonces una imagen armoniosa de altruismo y felicidad. Ella tenía una larga carrera en la que inspiró una película sobre su vida y ganó un disco de oro como cantante de gospel.
Inmediatamente después del asesinato, dos de los hijos fueron encarcelados. Uno de ellos, detenido en el velatorio de su padrastro tras ser acusado de apretar el gatillo, confesó el crimen; el otro fue arrestado por conseguir la pistola. La recién concluida investigación indica que Flordelis, como es conocida en Brasil, intentó matarle al menos cuatro veces más con la complicidad de parte de la prole. Como ha dicho uno de los investigadores con ese empeñó de los brasileños por cuantificarlo todo, “tenemos al 20% de la familia implicada en el crimen”. Se refería a los 11 detenidos en el caso.
Terminaba violentamente la historia en común de esta pareja que a lo largo de los años había construido una familia inmensa con la adopción de niños y adolescentes vulnerables, una Iglesia, el Ministerio Flordelis, y una carrera política que culminó al conseguir ella un escaño en la Cámara de los Diputados por un partido que este mismo lunes la ha expulsado. La diputada ha sido formalmente acusada pero no detenida porque tiene inmunidad parlamentaria.
La pastora-diputada, criada en una favela carioca, se hizo famosa en los noventa cuando adoptó a 37 niños que habían sobrevivido a una matanza en la Estación Central de Río. Eso fue antes de conocer al pastor Do Carmo. “La investigación muestra que toda esa imagen altruista y decente era solo un complot para obtener una posición económica y política. Después de que ella alcanzara el objetivo principal de llegar a la Cámara de Diputados, puso en práctica este plan criminal intrafamiliar”, ha explicado el comisario que ha investigado el caso, Allan Duarte.
Tenés que leerBrasil: Jair Bolsonaro denunció a TV Globo por lavado de dineroEl origen de la disputa que acabó en un espeluznante crimen y destruyó la familia es, según los investigadores, que Do Carmo tenía el control absoluto de las finanzas de la iglesia. La pareja dirigía al menos tres templos en dos ciudades cercanas a Río de Janeiro. Las Iglesias evangélicas mueven enormes cantidades de dinero en Brasil, donde millones de fieles entregan a sus pastores el diezmo. Además de poder económico, tenían una notable influencia política en la zona. El Ministerio Flordelis sigue operando pero bajo un nuevo nombre, Comunidad Evangélica Ciudad de Fuego.
Afirma la policía que la diputada recurrió a un crimen con arma de fuego para deshacerse de su esposo tras haberlo intentado envenenarlo en varias ocasiones con la complicidad de algunas de sus hijas, que buscaron en Internet cómo hacerlo.
La viuda y los hijos siempre fueron los sospechosos prioritarios aunque ella sostuvo que el asesinato fue obra de un ladrón que se coló en la casa y todos participaron compungidos en el entierro. Pero los policías pronto descubrieron innumerables contradicciones entre las versiones de unos y otros.