El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio este martes su primer pronunciamiento desde el balotaje del domingo, en el que no reconoció la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva, y aseguró que actuará "dentro de la Constitución".
El actual presidente brasileño dijo este martes sus primeras palabras sobre el balotaje del domingo, aunque no admitió el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya trabaja en la transición.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio este martes su primer pronunciamiento desde el balotaje del domingo, en el que no reconoció la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva, y aseguró que actuará "dentro de la Constitución".
"Siempre fui rotulado de antidemocrático, pero siempre jugué dentro de la Constitución", manifestó el mandatario en un mensaje leído ante la prensa en el Palacio de la Alvorada en Brasilia. "Nuestros sueños siguen más vivos que nunca", apuntó.
Por su parte, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, eligió a su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, como coordinador del equipo de transición hasta la asunción del nuevo gobierno, el 1 de enero, informó hoy la titular del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.
"Nuestra prioridad será la cuestión presupuestaria para mantener el plan social Auxilio Brasil y aumentar el salario mínimo", dijo Hoffman a periodistas en San Pablo.
La diputada y líder del PT dijo que habló con el ministro de la Casa Civil (jefe de gabinete) de Bolsonaro, Ciro Nogueira, y que el presidente determinó la instalación del proceso de transición entre los gobiernos, informó la cadena CNN Brasil.
El vicepresidente electo estará al frente de un equipo de 50 personas, entre personal técnico y político, que dialogará con los miembros del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que perdió el domingo en el balotaje ante Lula, indicó el portal G1.
El equipo de transición estará integrado también por a la presidenta de PT y el coordinador del programa de gobierno, el exministro y economista Aloizio Mercadante, según determinó Lula.
Del lado de Bolsonaro el encargado será Nogueira, jefe del Partido Progresista (PP), una de las fuerzas del Centrao, el bloque del que gran parte ya estaría negociando el pase hacia la base del lulismo.
La transición es obligatoria y está regulada por una ley y no depende de la aceptación política del resultado electoral.
La transición tendrá una sede de trabajo que será el Centro Cultural Banco do Brasil, en Brasilia, entre noviembre y diciembre. "El vicepresidente Alckmin tiene legitimidad y capacidad política para llevar adelante este proceso", dijo Hoffmann.
Alckmin, del Partido Socialista Brasileño (PSB), es un conservador que fue cuatro veces gobernador de San Pablo, el mayor estado del país.
El vicepresidente Hamilton Mourao llamó para reconocer la derrota del oficialismo el domingo a Alckmin, a quien convocó a trabajar conjuntamente hasta el traspaso del mando. El jefe de prensa de la campaña de Lula, Edinho Silva, había dicho anoche en un comunicado que llamó por teléfono a Nogueira, quien "de inmediato se dispuso a conducir el proceso de transición representando al actual gobierno".
Silva destacó la postura "republicana y democrática" del ministro y afirmó que derivó la información a la coordinadora general de la campaña de Lula, la diputada Hoffmann.
"El jueves deberá comenzar a trabajar el equipo de transición", dijo ayer a Télam el jefe del bloque del PT en la Cámara de Diputados, Reginaldo Lopes, otro de los coordinadores de la campaña del presidente electo.