La cifra de personas que perdió la vida en la región sureste de Brasil, más precisamente en el municipio de Sao Paulo, ascendió a 64. Una semana después de que ocurrieron los deslaves y las inundaciones provocados por intensas lluvias.
A una semana de que ocurrieron los deslaves y las inundaciones, bomberos y rescatistas continúan trabajando en busca de personas desaparecidas.
La cifra de personas que perdió la vida en la región sureste de Brasil, más precisamente en el municipio de Sao Paulo, ascendió a 64. Una semana después de que ocurrieron los deslaves y las inundaciones provocados por intensas lluvias.
El propio estado de Sao Paulo difundió en un comunicado que entre los fallecidos contabilizados hasta el momento se encuentran 18 menores de edad. "La prioridad sigue siendo el socorro a las víctimas", indicó.
El pasado 19 de febrero, los municipios costeros de Bertioga, Caraguatatuba, Guarujá, Ilhabela, Sao Sebastiao y Ubatuba registraron las precipitaciones más intensas en la historia del país, en menos de 24 horas.
En la zona donde ocurrieron las inundaciones y los deslaves aún trabajan elementos del Ejército, bomberos, voluntario y rescatistas en busca de personas que permanecen como desaparecidas.
La mayoría de las víctimas mortales vivía en barrios pobres asentados en zona de riesgo, en las laderas de la cadena montañosa Sierra de Mar, a la altura de Barra do Sahy, una de las playas del municipio de Sao Sebastiao.
Al menos 2.440 personas fueron desalojadas de la zona por riesgo a nuevos deslaves, al tiempo que este domingo las carreteras costeras ya han sido reabiertas, luego de una semana de que resultaron dañadas y con obstrucciones por desprendimientos.
La autopista que une Mogi da Cruzes con Bertioga en el estado de Sao Paulo será cerrada por seis meses a raíz de que las lluvias rompieron el sistema de desagüe.
El gobierno de Lula da Silva, ofreció apoyo financiero a familias que habitan en zonas de riesgo y que se les incluya en el programa de vivienda Mi Casa Mi Vida.
El ofrecimiento se realizó el sábado durante una visita a la zona afectada por parte del vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, quien también es el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
En tanto, el gobierno del estado de Sao Paulo ha pedido a la población evitar hacer turismo en el litoral para no ocasionar trastornos entre la población local y el sector servicios, además de liberar las carreteras locales.
Se calcula que en el país sudamericano vivien alrededor de 4 millones de brasileños en 14.000 áreas de riesgo, según datos del Ministerio de Integración y Desarrollo Regional de Brasil.