En un nuevo intento de desbaratar el monopolio económico del dólar, Brasil y China acordaron realizar transacciones en sus propias monedas, dejando de lado el uso de la divisa estadounidense.
Ambos países miembros del BRICS lo definieron tras un foro económico en Beijing. Estados Unidos pierde peso ante otras medidas similares.
En un nuevo intento de desbaratar el monopolio económico del dólar, Brasil y China acordaron realizar transacciones en sus propias monedas, dejando de lado el uso de la divisa estadounidense.
La medida se comunicó este miércoles por parte del gobierno del país sudamericano, tras una serie de conversaciones en el Seminario Económico Brasil-China en Beijing.
El nuevo sistema permitiría intercambiar yuanes con reales y viceversa, dejando de lado la conversión previa en dólar.
China es el principal socio comercial de Brasil. El comercio bilateral registró un récord de USD 150.500 millones en 2022, con exportaciones brasileñas por USD 89.700 millones.
"La expectativa es la reducción de costos, (...) promover aún más el comercio bilateral y facilitar inversiones" en Brasil, indica un comunicado de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), divulgado por el ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.
El comercio bilateral buscará darle mayor previsibilidad a las tasas de cambio y permitirá reducir los costos de transacción, explicó la secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Finanzas.
La inestabilidad que presentó durante los últimos meses la moneda estadounidense y la extensa lista de rispideces que acumuló la gestión Biden han fomentado una serie de acciones de otros gobiernos que los alejan del país norteamericano en materia comercial.
Al acuerdo entre Brasil y China para llevar a cabo transacciones con reales y yuanes de por medio, se le suma un particular alianza de Arabia Saudita con los propios chinos, Rusia, India, Pakistán y cuatro naciones de Asia Central.
En tan sólo unas horas, también se completó el primer comercio de gas natural licuado entre Francia y Beijing con el uso del yuan chino, descartando en materia energética al dólar.
Se trata de pequeñas acciones que conforman la bola de nieve que tarde o temprano puede impactar fuerte en la economía estadounidense.
Todo esto se suma a las problemáticas más palpables que atraviesa con frentes como el de Ucrania, Corea del Norte, Taiwán o Armenia-Azerbaiyán.
Cabe destacar además que el yuan chino sólo representa el 0,03% de las tenencias mundiales y que el real de Brasil tiene una proporción menor, lo que complica sus condiciones de dominantes desde abajo en el corto plazo.