Según una investigación del grupo comercial de fabricantes Make UK, realizada entre unas 200 empresas líderes del Reino Unido, el 50% dijo que sufría un aumento en los costos mientras que más del 33% reveló que perdió ventas y teme seguir haciéndolo.
A dos meses de la salida definitiva del Reino Unido de la UE, las empresas están pidiendo auxilio al Gobierno británico para que vuelva a la mesa de negociaciones para resolver la infinidad de obstáculos que presentan.
Según Make UK, hay problemas generalizados con el sistema y eso está provocando que las mercancías con destino al Reino Unido se descarguen en los puertos de la UE.
Esto tiene un gran impacto en los programas de producción y los plazos de entrega, y las empresas se ven obligadas a hacer arreglos alternativos y costosos para que se entreguen sus pedidos.
“El Gobierno debe solucionar las dificultades en los puertos del Reino Unido para que los envíos puedan entregarse fácilmente", dijo Stephen Phipson, director ejecutivo de Make UK.
Tenés que leerEntró en vigor el acuerdo pos-Brexit tras la expiración del periodo transitorioSostuvo que si bien el Gobierno anunció que ya esté trabajando para capacitar a más funcionarios de aduanas y para brindar más asistencia con el papeleo aduanero, esto debe impulsarse rápidamente para brindar la asistencia más rápida posible a las empresas británicas que ya luchan por volver a normal a medida que el comercio se recupera de la pandemia de coronavirus.
Ray Singh, director gerente de Russel Finex, un fabricante de coladores y filtros de alto rendimiento con sede en Londres, dijo al diario The Guardian que su empresa todavía estaba experimentando retrasos con las exportaciones a la UE y a una planta que operaba en Bélgica.
"Al final conseguimos que la mercadería llegue, pero simplemente tarda mucho más. Ya no es tan fácil como antes. Hay controles adicionales y papeleo, y parece que dentro de unos meses esto se va a intensificar, lo cual es algo más que no hay que esperar. Ha creado mucha burocracia adicional que antes no existía", agregó Singh.
Mientras que Catherine Bedford, fundadora de Dashel, que fabrica cascos de bicicleta de fibra de carbono y reciclados, dijo al mismo medio que la interrupción estaba matando su negocio.
"Gracias al Brexit, hemos pasado de ser rentables a apenas sobrevivir. No podemos predecir los plazos de entrega porque los artículos están retenidos en la aduana francesa, nuestro punto de entrada en Europa. Hay un retraso enorme y los artículos se devuelven a pesar de tener la documentación al día", afirmó.