Hasta el momento, unas 530.000 hectáreas han sido devastadas por el fuego, mientras que el año pasado por estas fechas fueron 105.000. Las llamas han arrasando cientos de hogares provocando la evacuación de más de 200.000 residentes.
Hasta el momento, unas 530.000 hectáreas han sido devastadas por el fuego, mientras que el año pasado por estas fechas fueron 105.000. Las llamas han arrasando cientos de hogares provocando la evacuación de más de 200.000 residentes.
A pesar de los más de 14.000 bomberos que se encuentran en primera línea, la falta de personal ha hecho mella en las labores de extinción, lo que ha provocado que se tomaran decisiones drásticas como qué zonas salvar y cuáles no.
La Guardia ya ha movilizado una dotación de helicópteros y ha desplegado a cerca de 250 efectivos, mientras que el Ejército ha enviado varios aviones C-130 especialmente equipados para actuar como aviones cisterna.
Cómo se inició el fuego
Las condiciones climáticas de la última semana desencadenaron la catástrofe: una tormenta eléctrica que causó 12,000 rayos coincidió con una fuerte ola de calor que azotaba a California desde hacía varios días.
Esta situación sumada a las características geográficas y climáticas como grandes extensiones de tierras con sequía, vientos constantes y vegetación fácilmente inflamable, convierten el área en un escenario propicio para los incendios forestales. Además, como consecuencia del cambio climático, los veranos son cada vez más calurosos y largos, lo que dificulta aún más la extinción de los focos incendiarios.
En las zonas no alcanzadas por las llamas, también se sienten efectos negativos de los incendios. Por ejemplo, la calidad del aire es uno de los problemas que enfrentan los habitantes de San Francisco ya que desde hace varios días la ciudad fue invadida por una cortina de humo y ceniza.
Allí, la mayoría de los hogares no cuentan con aparatos de aire acondicionado, dado que las temperaturas promedio en verano oscilan entre los 18 y 20 grados. “Abrir una ventana es suficiente para refrescar los ambientes, pero ahora no podemos hacerlo porque el aire que circula tiene partículas nocivas que provocan enrojecimiento en ojos y sequedad en la garganta', explicó un residente que vive cerca del área de Embarcadero.
El cambio climático golpea a lo largo y ancho de California. Los últimos días en el parque nacional del Valle de la Muerte (Valley Death), uno de los lugares más calurosos del mundo, se registró una temperatura récord de casi 55 grados, una de las más altas de la Tierra en los últimos 90 años.