Magawa, una rata condecorada por detectar minas antipersona en Camboya, se jubila después de cinco años de trabajo en los que su olfato le ha permitido encontrar 71 minas y 38 bombas sin estallar en el segundo país más afectado por este tipo de armas después de Afganistán.
En su tiempo de servicio para la ONG belga APOPO, Magawa ha limpiado de explosivos una superficie de 225.000 metros cuadrados en zonas de Camboya afectadas por las bombas y minas abandonadas, lo que ha ayudado a los lugareños a recuperar sus actividades sin miedo a morir o ser amputados.
APOPO indicó en un comunicado que esta rata gigante africana nacida en Tanzania en 2013 "ha salvado directamente la vida de hombres, mujeres y niños que sufrieron el impacto de minas ocultas y otros vestigios mortales de la guerra".
So Malen, una de las cuidadoras de la rata macho, resaltó su "rendimiento inigualado" y su orgullo de trabajar junto a un animal "pequeño, pero que ha ayudado a salvar muchas vidas". "Nos ha permitido devolver terrenos seguros a la población de la manera más rápida y económica posible. Pero está haciéndose más lento y debemos respetar sus necesidades. Echaré en falta trabajar con él", aseguró.
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La rata, la más eficaz del equipo de roedores de APOPO, es capaz de registrar un área del tamaño de una cancha de tenis en 20 minutos, lo que llevaría hasta cuatro días a un técnico con un detector de metales, según APOPO.
Las ratas son adiestradas para detectar los componentes químicos de los explosivos e ignorar los trozos de metal abandonados para encontrar los artefactos sin explotar mucho más rápido.
La jubilación de Magawa y otras ratas coetáneas coincide con la llegada de 20 nuevos roedores que han superado todas las pruebas de adiestramiento tras llegar a Camboya en marzo, lo que permitirá a APOPO proseguir con la expansión de su programa de eliminación de explosivos. El último servicio de Magawa antes de su jubilación definitiva será ejercer en las próximas semanas de "mentor" de las nuevas ratas y ayudarlas en su adaptación, según APOPO.
"Magawa será con seguridad el mejor mentor que una heroRAT (como denomina la organización a estos animales) pueda tener", señaló la ONG en el comunicado. Una vez jubilada, podrá dedicar el resto de su vida a sus pasatiempos favoritos: masticar cacahuetes y plátanos y entregarse a su debilidad, las sandías, sin descuidar la forma gracias a la rueda de ejercicio instalada en su área de juegos.
Condecorada por "valentía y devoción"
La rata fue condecorada el pasado septiembre con una medalla dorada por su "valentía" y "devoción" de la organización PDSA (siglas de People's Dispensary for Sick Animals), que premia a los animales por su "valentía y devoción".
Este reconocimiento la convirtió en la primera rata en recibir un galardón así en los 77 años de historia de PDSA y compartir la gloria con numerosos perros, algunos caballos, palomas y un gato.
Camboya es el segundo país más afectado por las minas terrestres en el mundo después de Afganistán, y se cree que se colocaron hasta 6 millones durante los conflictos armados que asolaron el país entre 1975 y 1998, de las que 3 millones aún no han sido localizadas. Las minas antipersona han causado alrededor de 64.000 víctimas en el país, que tiene el mayor número de amputados por ellas per cápita del mundo: más de 40.000 personas para una población de 16 millones de habitantes.
APOPO explica que se necesitan nueve meses para entrenar completamente a una heroRAT, lo cual se hace usando sabrosas recompensas que se dan a los roedores por encontrar las minas, que localizan rascando la superficie del suelo.
Aunque las ratas son grandes (Magawa pesa 1,2 kilogramos y mide 70 centímetros de largo), su peso no es suficiente para detonar las minas.