Manifestantes opuestos a las restricciones sanitarias contra la pandemia del coronavirus en Canadá bloquearon este jueves un nuevo paso fronterizo con Estados Unidos, de acuerdo con un reporte entregado por la Policía de la provincia de Manitoba (centro), cuatro días después del bloqueo en Ontario del puente binacional Ambassador.
"Una protesta que involucra una gran cantidad de vehículos y equipos agrícolas bloquea el puerto de entrada de Emerson", el cual conecta a Manitoba con el estado de Dakota del Norte, en el norte de Estados Unidos, precisó la policía en Twitter. "No es viable el tráfico, ya sea en dirección norte o sur", agregó. Este bloqueo se suma al del puente fronterizo Ambassador, que conecta Windsor (Canadá) con Detroit (Estados Unidos), cerrado desde el lunes.
Estos bloqueos están causando interrupciones en la producción de gigantes automotores regionales como Toyota y Ford y ha sido criticado a ambos lados de la frontera. "Nuestros negocios automotor, industrial y agrícola están sintiendo la presión", dijo la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, quien consideró "inaceptable" la situación ya que "afecta los salarios y las líneas de producción".
Miles de kilómetros al oeste, el paso fronterizo de Coutts, que une la provincia de Alberta con el estado de Montana, también ha sido bloqueado por manifestantes durante más de una semana.
Por si fuera poco, una caravana de vehículos obstaculizó el tráfico en torno al aeropuerto internacional de Ottawa. La policía de la capital canadiense aseguró que había alteraciones en el tráfico. Videos de la protesta muestran decenas de coches, muchos de ellos adornados con banderas canadienses y haciendo sonar sus bocinas, discurriendo lentamente por delante de las terminales del aeropuerto.
La Policía de Ottawa también denunció el intento de sabotaje del teléfono de emergencia 911, por medio de un plan "concertado para inundar” la línea de emergencia con llamadas inútiles, y recordó que es un delito intentar sabotear el teléfono. Las autoridades reiteraron que el bloqueo de calles es un delito criminal, pero los manifestantes insistieron en que no abandonarán la ocupación hasta que se rescindan todas las medidas adoptadas para contener la pandemia y dimita el gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.