El Litoral | redaccion@ellitoral.com
Además de la madre, se santificarán a seis beatos. La histórica ceremonia tendrá lugar el domingo a las cinco de la mañana en horario local.
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El papa Francisco canonizará este domingo a la beata Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, quien realizó parte de su obra en la ciudad de Buenos Aires, donde murió en 1943 y donde ocurrió el primer milagro que se le atribuye con la cura repentina de una mujer que estaba al borde de la muerte en el hospital Pirovano.
Tras la canonización en 2016 del primer santo argentino, el cura Brochero, la religiosa nacida en España el 10 de enero de 1889 será elevada a los altares el domingo en una ceremonia que se iniciará a las 10.15 de Roma (5.15 de Argentina) y en la que serán declarados santos otros seis beatos, entre ellos el obispo salvadoreño Òscar Arnulfo Romero y el papa Pablo VI.
Según la Superiora General de la Congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, Daniela Pérez, el propio Jorge Bergoglio conoció, en sus épocas de arzobispo porteño, “a las hermanas que están en Argentina”. “De hecho, Francisco iba por el barrio donde están las hermanas y decía: ‘aquí ha taconeado una Santa’”, según narró Pérez a la secretaría de comunicación del Vaticano.
Vida y obra
Beatificada en 1992 por el papa Juan Pablo II en la plaza San Pedro, la religiosa es la fundadora del primer sindicato obrero de mujeres de Bolivia (1933), por lo que también tiene una devoción muy grande en el país norteño.
En 1931, la futura santa creó en cuatro ciudades bolivianas el comedor “Olla del pobre”, que todavía permanece abierto y asiste a unas 200 personas por día, pionero en la época para dar comida a cientos de obreros desocupados a causa del cierre de los salitrales de Chile.
Tras un breve paso familiar por México, la religiosa vivió en Bolivia desde 1912, a donde fue destinada en la ciudad de Oruro para realizar una fundación. Es allí donde, en 1925, empezó los primeros pasos de la nueva congregación: Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia.
En 1930, antes de la aprobación definitiva de la comunidad, la Madre Nazaria, por solicitud del entonces nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Felipe Cortesí, se trasladó a Buenos Aires, donde fundó la primera casa de la comunidad fuera de Bolivia.
Nazaria murió en el porteño Hospital Rivadavia el 6 de julio de 1943 sin ver la aprobación definitiva de su congregación, que recién llegó el 9 de junio de 1947 cuando fue aceptada como instituto religioso-apostólico de derecho pontificio por el papa Pío XII.
Durante un tiempo, sus restos descansaron en el Cementerio de la Chacarita, luego fueron trasladados a la cripta de la capilla de la casa de la congregación de Villa Pueyrredón y allí permanecieron hasta que en 1972 fueron llevados a Oruro.
Milagros
Actualmente las Misioneras Cruzadas de la Iglesia están presentes en 21 países, entre ellos Perú, Colombia, Uruguay, Honduras, Guatemala, España, Italia, Francia, además de Bolivia y la Argentina.
El primer milagro, por el que fue beatificada, tiene que ver con la historia de Agustina Ortiz de Jiménez, vecina de Villa Pueyrredón, cuya hija asistía al colegio que dirigían las hermanas de la congregación de Nazaria Ignacia.
La mujer había sufrido complicaciones luego de un parto que la dejaron al borde de la muerte y mientras permanecía internada en el hospital Pirovano las monjas le llevaron una reliquia de Nazaria Ignacia y tuvo una curación repentina. El segundo milagro, que fue aprobado por Francisco en febrero de este año y le abrió el camino a la canonización, está basado en el testimonio de la religiosa María Victoria Azuara, que sufrió un derrame cerebral el 13 de octubre de 2010 y perdió el habla. Aunque los médicos descartaron cualquier posibilidad de recuperación, su congregación le rezó a la por entonces beata Madre Nazaria y recuperó el habla 12 días después, sin explicación científica.
Siete nuevos santos
El papa Francisco proclamará santos a siete beatos en total. Entre ellos están el papa Pablo VI y el arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, en la ceremonia prevista para el próximo domingo en la Plaza San Pedro del Vaticano, en la que se espera la presencia de 70.000 peregrinos.
Además de la madre Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, estarán los sacerdotes italianos Vincenzo Romano y Francesco Spinelli, la monja alemana María Caterina Kasper y el laico italiano Nunzio Sulprizio.
En rueda de prensa, el prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, cardenal Angelo Becciu, señaló que Pablo VI, el pontífice que concluyó el Concilio Vaticano II, será canonizado en el año en el que se cumple el 40 aniversario de su muerte.
El purpurado italiano recordó que el sucesor de san Juan XXIII fue un hombre “humilde”, que siempre se guió por su afán caritativo y de ayuda a los demás, y que se caracterizó por tener una gran “serenidad interior”.
En tanto, el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, definió a monseñor Romero, asesinado en 1980 mientras celebrada misa, como “un hombre tímido”, perfeccionista y de ideología conservadora, que ayudó a los pobres y necesitados.
El purpurado salvadoreño recordó que la beatificación de monseñor Romero, en mayo de 2015, provocó un “terremoto” en El Salvador, por lo que estimó que la canonización del domingo será “un tsunami” con la presencia de miles de peregrinos salvadoreños.
De acuerdo con el Vaticano, Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 “por odio a la fe”, en una confabulación de un escuadrón de la muerte de la ultraderecha salvadoreña dirigida por el ya fallecido militar extremista Roberto d’Aubuisson, crimen que jurídicamente aún está en la impunidad.
Con información de Télam