El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, denunció este miércoles (05.08.2020) que recientes ataques contra templos buscan "herir a la iglesia" católica, que ha criticado al gobierno de Daniel Ortega por violar los derechos humanos.
Tenés que leerLa policía insiste en descartar "un ataque" a catedral de Managua"El demonio anda suelto y quiere herir a la iglesia, quiere herir a los obispos, quiere herir a los sacerdotes", afirmó el también arzobispo de Managua durante una misa a puertas cerradas pero transmitida en vivo por las redes sociales, a pocos metros de la imagen de la Sangre de Cristo que quedó calcinada por un incendio el viernes. Brenes expresó que los católicos del país viven "un ambiente de mucha tristeza y dolor” al ver la descabezada figura de Jesús en la cruz, un símbolo muy venerado por los creyentes y ubicado en la capilla en la Catedral metropolitana de la capital, y reiteró que su destrucción se debió a un acto "salvaje y terrorista” y no a un accidente como aseguró la policía.
El cardenal Leopoldo Brenes sostiene la cabeza calcinada de Jesucristo, durante una misa oficiada este miércoles junto a la capilla que sufrió un incendio en la catedral de Managua. (05.08.2020) "La imagen que podemos contemplar a mi espalda está calcinada, pero de pie. La cruz, al igual que el cuerpo de esta imagen de madera resistió la fuerza de las llamas y ahí está", dijo el cardenal tras lamentar "lo que de una manera salvaje y terrorista se ha realizado”.
La Policía de Nicaragua descartó que haya habido "mano criminal” en el incendio y atribuyó el siniestro a "vapores de alcohol” que se combinaron con la llama de una veladora encendida. Tanto Brenes como el papa Francisco lo calificaron de "atentado”.
El Vaticano pidió al gobierno una investigación "seria, cuidadosa y transparente” del caso, que sucedió tras varios ataques a pequeñas iglesias del interior por desconocidos que no han sido arrestados. "Nos perseguirán, nos calumniarán, pero ese no es el fin, no será el fin", aseguró Brenes, que ofició la misa usando una mascarilla en prevención de la pandemia del COVID-19.
El cardenal declaró el martes a un canal de televisión local que la Iglesia católica sigue sosteniendo que el incendio no fue accidental. "Mantenemos nuestra postura de que eso fue una acción criminal", afirmó. Las relaciones entre la Iglesia católica y el gobierno sandinista se fracturaron tras la revuelta social de abril de 2018, cuando los obispos apoyaron los reclamos de los estudiantes contra Ortega. Aunque primero los invitó a mediar un diálogo nacional, el mandatario los acusó luego de participar en "un fallido golpe de Estado” para removerlo del cargo, que ostenta desde 2007.